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"I wanna be yours"
"Tiene una espalda fuerte. Si le doy un puñetazo ¿lo va a sentir o lo ignorará?"
"Hace frío y la humedad hace su gran presencia, pero ¿Cómo eso favorece a su cabello?"
"¿Y si en realidad es un zombie?"
Esas y más preguntas se hacía Rebecca mientras caminaba detrás de su acompañante sarcástico y silencioso. Iba tranquilo, pero a una distancia prudente, con su saco del colegio colgado por el hombro y una mano en el bolsillo delantero de su pantalón azul marino. La camisa blanca se le pegaba a su cuerpo debido a las gotas de lluvia que la habían mojado, dejando ver su piel a través de la transparencia.
Gotas de agua caían de forma divertida desde la punta de su cabello y del arete negro de cruz, además de que algunas se mezclaban junto a las pecas de su nariz y cachetes. Parecía disfrutar esa pequeña salida, además de haber olvidado de su pequeño acompañante que la seguía a pasos veloces para no perderse en las múltiples vueltas que estaba haciendo.
Becca comenzaba a sentirse mal. Física y mentalmente.
Le dolían los pies y la cabeza. Estornudó.
La lluvia había trazado un camino hasta sus botas y había llegado hasta sus medias favoritas, su jean gris se había vuelto marrón debido al barro producido por la tormenta, además de que había tenido que recurrir a utilizar su abrigo como protector de su cámara para evitar que se mojara.
Pensó en abrir la sombrilla, pero eso significaba hablarle a Max y pedirle que la esperara; no había muchas probabilidades de que lo hiciera ahora que estaba fuera del alcance de su madre, por lo que tuvo que recurrir a usar el pequeño gorro del impermeable. Su pelo se le pegaba a los costados y le molestaba.
En esos momentos, su fanatismo por la aventura había disminuido considerablemente, ya que ella lo consideraba como situaciones en dónde aprendes algo y te diviertes de paso, conoces personas nuevas y lugares nuevos para recordar buenas cosas durante tu vida.
Este no era un buen recuerdo.
"Una tarde, salí a hacer unas compras y pasear por el pueblo. Llegué a un parque y unas voces me asustaron por lo que salí corriendo de allí; eso me llevó hasta una cafetería, que, cuando estaba comiendo un rico sándwich, me llega una notificación de una persona desconocida amenazándome. Luego salí del lugar y me encontré con tres chicos que me llevaron para mentir a una institución, en donde mi vecina era la directora. Ella me mandó a casa junto a su grosero hijo con perfecto físico y cabello mágico".
No era la mejor historia.
Y falto agregar lo más importante: aquel chico le prohibió hablar y, tal vez, hasta se habría olvidado que seguía detrás de él o a dónde le tenía que llevar.
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"Querido Diario: Me enamoré"
Teen FictionUn viaje en carretera que termina en una mudanza repentina. Un pueblo con extrañas personas: "Es mejor no venir nunca acá", "no metas tus narices en dónde no te incumbe", "si tus vecinos hablan bien frente tuyo, hablan mal a tus espaldas". Un diari...