Un viaje en carretera que termina en una mudanza repentina.
Un pueblo con extrañas personas: "Es mejor no venir nunca acá", "no metas tus narices en dónde no te incumbe", "si tus vecinos hablan bien frente tuyo, hablan mal a tus espaldas".
Un diari...
— Saluden a su futura reina, Hope Vizza — gritó la joven al entrar a la casa.
Di media vuelta para verla mejor, y me tomó por sorpresa su apariencia. Era de estatura mediana, con piernas y brazos delgados, además de una cintura completamente envidiable. Su rostro tenía un color similar a la leche, fina y sin imperfecciones, tenía ojos verdes y mejillas y labios sonrojados, que me llevaron a pensar que era a causa del viento frío que seguía allí afuera.
Llevaba una polera de mangas largas blanca combinada con un vestido negro al cuerpo con pequeños tirantes sobre los hombros, unas medias finas de color nude con diseño de pequeñas motas blancas y botas de cuero. Tenía algunos collares con pequeños dijes y una pulsera muy bonita en la mano derecha, pero nada de eso llamó mi atención más que su cabello.
Era de un color rojo anaranjado.
Brillante e impactante a la vista, que se caía por los costados de su cara de una manera anormal, como si tuviera vida propia. Resaltaba de los colores neutros que utilizaba en su atuendo, combinándolo de una manera espectacular con su cabellera lisa que le llegaba hasta la cintura.
Al parecer, había notado mi expresión de asombro, eso provocó una risa divertida y contagiosa de su parte. Se acercó a Vero y la abrazó, susurrando algo en su oído antes de volverse y darle un golpe duro en el hombro a los dos chicos, produciendo un ligero gemido de parte de King y una mirada de disgusto de Max.
"Esto es muy extraño" Pensé, pero luego recordé como segundos antes estaba a punto de volverse viral. Se me salió una pequeña sonrisa al recordar ese momento, pero caí en la cuenta que no estaba sola.
"Tal vez sólo le molestó que le hayan interrumpido su Tik Tok"
Sí, era eso. Definitivamente.
Finalmente, la chica se detuvo frente mío, sonriendo hacia mí. Me transmitía seguridad, simpatía y locura al mismo tiempo, pero temía decir algo fuera de lugar durante mi primera vez conociendo personas frente a otras.
— Hablando en serio, ya no seré la única con el color de pelo exótico, como dicen ellos — me tendió la mano, produciendo un pequeño tintineo con su brazalete —. Soy Hope, un placer conocerte, reina del invierno.
Esto último lo dijo acompañado con una leve inclinación de cabeza, sacándome una sonrisa un poco avergonzada; su tacto me había relajado, tenía las manos cálidas y delicadas, y además, había notado que sus uñas estaban pintadas con un color marrón y no tan llamativo, pero le lucían bastante bien.
— Me llamo Rebecca, pero puedes decirme Becca — pensé unos segundos antes de terminar mi oración, buscando un buen apodo como lo hizo ella —. Reina de fuego.
