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"Miradas en la oscuridad"
Max no podía mover los pies. Estaba inmóvil en su lugar, mirando a la joven de cabellos blancos, quien seguía con la sonrisa gigante adornando su rostro.
— ¿Acaso no querías que apuremos el paso, Max? — dijo la joven, contenta con su reacción.
Becca había leído en libros de romance, de cómo la joven confundía a los chicos siendo directa y espontánea. Sabía que el chico no esperaba mucho de ella en ese aspecto, pero no la conocía bastante bien debido a sus raros cambios de humor en cada vez que se veían —que para ser sinceros, estaban contadas con los dedos de una mano.
Pero... ambos sabían lo que querían exactamente.
— ¿Cómo? A ver Rebecca, ¿cómo evitaré eso? — exclamó Max, de forma dramática y haciendo retroceder a la joven — No... no puedo, es imposible. Eres tan hermosa y siempre desee enamorarme de alguien así, ¡¿y ahora me ordenas que no lo haga?!
Las personas que pasaban a su alrededor los miraban curiosos. Becca sólo les sonreía tímida y animándoles a que sigan caminando porque no había nada que ver, mientras Max sólo continuaba con sus griteríos.
—... Y sí, tal vez a veces estoy distanciado, pero ¡dímelo!, ¡¿cómo lo haré?!
Guardó silencio, mirándola con una expresión triste y desamparada. Becca quería reír ante esto, pero decidió ir a abrazarlo en cambio. Max parecía un pequeño niño con grandes músculos, llorando en el hombro de la chica, quien daba palmaditas en su hombro en cada sacudida que él realizaba.
— Bueno, si sabía que te pondrías así... era sólo una pequeña broma, no era mi intención...
Se interrumpió al escuchar como sobre su hombro, el chico comenzó a reír a carcajadas. Lo apartó de un manotazo y lo miró confundida, mientras él seguía riendo fuertemente y abrazando su estómago.
Esperó a que se calmé para que hable y diga lo que debía decir. ¿Qué pasó?
— Wow, eso fue intenso — dijo Max, dando una pausa para secarse algunas lágrimas de la risa —. Mira, copito, no sabía que fueras comediante.
— Pero, ¿Qué fue todo eso que acabas de hacer?
— Eso, mi pequeña curiosa, se llama drama.
— Pues a mi no me dio risa.
— A mi sí, y mucha — volvió a reír unos segundos más —. Debías haber visto tu cara, joder, ¿enamorarme de ti? ¿yo de ti?
— Sigo sin entender.
Max rodó los ojos y tomó de la mano a Becca para continuar caminando, pero ella se zafó de su agarre y decidió caminar por su cuenta propia. El chico seguía sonriendo, la reacción de la joven era simpática para él.
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"Querido Diario: Me enamoré"
Teen FictionUn viaje en carretera que termina en una mudanza repentina. Un pueblo con extrañas personas: "Es mejor no venir nunca acá", "no metas tus narices en dónde no te incumbe", "si tus vecinos hablan bien frente tuyo, hablan mal a tus espaldas". Un diari...