saturno ;; minsung

O 5 8; Jɪsᴜɴɢ

Justo cuando salimos de su casa me acordé que no habíamos traído comida ni sillas de playa, así que volvimos a entrar para buscar las cosas. Minho tardó un rato en buscar las sillas porque las tenía muy escondidas -él nunca va ha la playa- mientras yo guardaba la poca comida que Minho tenía en la nevera y los armarios altos.

-Toma -Minho me dio su movil en cuanto subimos al coche -pon música.

¿Música?

-Yo... no escucho música -Le dije, aunque era una excusa para no poner alguna.

-No pongas excusas, estas todo el día con los auriculares puestos, seguro que alguna canción te sabes -Me dijo después de arrancar el coche y comenzar a conducir -cualquier canción que pongas me gustará.

-Pues... -Comencé a teclear con rapidez.

Segundos después comenzó a sonar en alto Fancy de Twice, mientras tanto, Minho sonreía mientras movia su cabeza al ritmo de la canción. Menos de un minuto después comenzó a cantarla.

-¿La conoces? -Lo miré sorprendido.

-¿Estas de broma? -Minho rió -La pregunta es, quien no conoce la canción -Me sonrió, y segundos después revoloteó mi pelo como si fuese un niño pequeño que acababa de aprender algo.

Pero, he de decir que no se sintió nada mal. Al revés, era acogedor.

El camino fue más rápido de lo que lo recordaba, entre las canciones que ponía y Minho cantándolas, se hizo más divertido.

En cuanto llegamos, bajamos las sillas y la comida, mi mochila y la de Minho y caminamos por la arena hasta encontrar el lugar perfecto, con sombra y poca gente alrededor.

-Pensaba que te molestaba poner los pies en la arena -Lo miré de abajo a arriba y él sonrió.

-Por ti lo aguanto -Dijo tendiendo las sillas sobre la arena.

-Ya -Lo miré en cuanto se sento -pero vamos -lo agarre de la mano y tiré de él para que se levante.

Poco a poco lo iba empujando hasta llegar al mar. En cuanto sus pies tocaron el agua fría, tuvo un escalofrío que lo sentí yo también.

Minho se giró, me agarró de los hombros y me tiró al agua. De un segundo a otro ya estaba totalmente mojado y un Minho meandose de la risa estaba frente a mi.

-Te lo debo -Me dijo en cuanto dejó de reírse -de la última vez.

-Ya -Le sonreí -pero todavía no he terminado -Le agarre la mano y lo tiré al agua, haciendo que caiga de cara, empapándose entero él también.

Hubo un momento en el que yo me encontraba encima de los hombros de Minho y vino una ola igual de alta que ambos y nos tiró hacia atrás. Ambos reímos y seguimos a lo nuestro.

Después de bañarnos, ambos salimos del agua y fuimos a secarnos con las toallas y cambiarnos.

-¿Por qué haces todo esto? -Le pregunté confundido, después de pensar en todo lo que hicimos juntos desde que nos reconciliamos.

-¿A que te refieres? -Me miró con su batido de chocolate en la mano.

-Salimos todos los días, me consientes mucho, siempre estás preocupado por mi y atento también -Le expliqué y él sonrió -no es muy habitual viniendo de ti.

-Sabes que hemos estado más de tres años sin saber nada el uno del otro ¿verdad? -Minho dejó el batido a un lado, esta vez estaba serio, yo solo asentí, un poco confundido por la pregunta -quiero recuperar el tiempo que he perdido sin ti -sus ojos comenzaron a volverse de color rojo -el tiempo que he perdido ya no se puede recuperar, lo sé.

-Minho...

-Eres una persona muy importante para mi y lo sabes -Hizo una pausa para suspirar, estaba a punto de llorar -tu me dijiste que me veías como una persona que se quedaría contigo siempre y yo no pude mantener eso.

-Para Minho...

-Me alejé de ti, aún sabiendo que te dolería y todo para mantener orgullosos a mis padres. ¿Ahora qué? Ahora ni me hablan, no quieren saber nada de mi desde que volví -Ya estaban cayendo sus lágrimas, odiaba verlo así - Entonces esos años que he perdido han sido inútiles, podría aprender aquí mejor que en América, pero mis padres seguían y seguían, no pararon hasta conseguir lo que querían -Sabía lo que venía ahora, sabía exactamente lo que iba a decir, me lo había repetido miles de veces, y en cada una de ellas lloraba como si le fuese la vida en ello.

-Alejarte de mí.