O 6 O; Jɪsᴜɴɢ

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Después de guardar las cosas en el maletero, nos subimos al coche y Minho arrancó en busca de un restaurante para comer.

Quedaban menos de cuatro horas para el atardecer.

Al fin encontramos un restaurante. Estaba muy cerca de la playa y no había aparcamientos libres cerca, así que Minho aparcó un poco lejos, donde si había aparcamiento.

Cuando comenzamos a caminar, Minho apoyó su brazo en mi hombro y me acercó a él.

Llegamos al restaurante en menos de un minuto y nos sentamos en una mesa uno frente a otro.

Quise pagar mi comida, pero Minho no me dejó aún después de haberle dicho miles de veces que pagaría yo.

En cuanto salimos, Minho agarró mi mano y comenzó a caminar en dirección contraria a la del coche.

-¿A donde vamos? -Le pregunté, aunque él parecía no escucharme -Minhooooo

-Es una sorpresa -Sonrió mientras me acercaba a él de un tirón.

No dije nada hasta llegar al lugar. La fachada era de un color rosa flojo, casi blanco, tenía letras escritas, con un tipo de letra muy acogedor, pero no supe que era hasta entrar.

-Surprise~

Me había traído a mi heladería favorita. Al verla por fuera no pude reconocerla, ya que había cambiado desde la última vez que vine.

Me giré rápidamente para ver a Minho, el cual sonreía con los brazos cruzados y satisfecho al ver mi felicidad.

Como un niño pequeño que acababa de ver globos, corrí desprendiendo felicidad hacia el mostrador para pedir el helado de mi sabor favorito, pero me encontré con otra sorpresa.

Los conos no eran los normales, esta vez eran conos con forma de pez. 'Taiyaki' los llamaban.

Mire a Minho más sorprendido que antes, esta vez él estaba detrás de mí aún sonriendo.

Sin nada más que añadir. Me senté en la silla que había dentro del local con mi Taiyaki de chocolate y oreo y con nubes de colores repartidas encima del helado.

Minho se sentó frente a mi, lo cual me hacía querer hacerle una foto urgentemente. Se veía muy feliz con su helado en la mano mientras me miraba.

Saqué mi móvil cuando estaba despistado y sin que se de cuenta, le hice una foto. Dejé el movil en la mesa y comencé a comer el helado. Hasta terminarlo en pocos minutos mientras a Minho le quedaba la mitad.

-Ayudame -Dijo Minho al ver que había terminado mi helado.

-Que.

-Con el helado -Me lo acercó a la boca, así que le di un bocado, como los que daba mi padre. Los que arrasaban con el helado entero -madre mía, ten cuidado de no comerte la servilleta también.

Ambos reímos y Minho se terminó lo que quedaba del helado en un par de minutos. Cuando salimos, quedaba una hora y media, más o menos, para el atardecer.

Comenzamos a caminar de la mano de camino al coche.

-¿Y ahora? -Le dije cuando nos sentamos en el coche.

-La sorpresa todavía no ha terminado -Me dijo riendo mientras arrancaba el coche.

-¿En serio? -Sabia que Minho nunca bromeaba con este tipo de cosas, aún así el asintió mientras salía del aparcamiento.

Según él, en media hora estaríamos ahí.

Según él, en media hora estaríamos ahí

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saturno ;; minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora