saturno ;; minsung

O/Xᴛʀᴀ; Jɪsᴜɴɢ (ʜᴀᴄᴇ 4 ᴀɴ̃ᴏs)

Todos estaban dormidos, y como cada noche, salí al porche de mi casa y me senté en un escalón mirando las estrellas.

Aquel día, mi padre me había contado muchas cosas sobre la luna y varias estrellas importantes. Entre ellas me había dicho que hoy habría luna llena, sabiendo lo mucho que me gustan a mi las lunas llenas.

Segundos después vibró mi móvil que había dejado sobre la madera del escalón.

ᴍɪɴʜᴏɴᴇʏ

Jisunggie
⁰¹'³⁴
¿te molesto?
⁰¹'³⁴

No
⁰¹'³⁵
pasa algo?
⁰¹'³⁵

puedo ir?
⁰¹'³⁶

siempre

⁰¹'³⁶

Me giré para dejar mi mirada en la puerta de la casa de Minho y justo había salido de esta él. A pesar de la oscuridad pude notar en él un cansancio que no tenía usualmente.

Me levanté por instinto propio al verlo llegar, él se paró un segundo frente a mi y segundos después me abrazó por sorpresa.

—Hola Minho —Le dije mientras seguíamos abrazados, cosa que lo hizo soltar un sollozo, pero sin derramar ni una lágrima.

Esperé a que él dejase de abrazarme para luego ambos sentarnos en el escalón del porche, donde antes estaba sentado yo.

Yo me senté, en cambio Minho se tumbó apoyando su cabeza en mi regazo, cosa que no me molestaba para nada.

—¿Quieres contarme? —Le pregunté a Minho, él cual había cerrado sus ojos y respiraba profundamente.

—No —Dijo con la voz cortada —no es importante.

—Minho —Lo llamé y él abrió los ojos —no estarías llorando si no fuese importante.

—No estoy llorando —Dijo tapándose los ojos, y era verdad, pues desde que había llegado no había soltado ni una lágrima, pero era imposible no saberlo, sus ojos no mienten.

—Minho —Lo llamé de nuevo —¿cómo estás?

—Normal ¿y tú?

—¿Cómo estas Minho?

—Normal te he dicho

—Minho —Me removí en el sitio —dime la verdad. Después de un largo silencio, Minho comenzó con un suspiro.

—Mis padres no paran de pelear, cada vez me siento peor por ellos porque creo que sus peleas son por mi culpa —Dijo rápidamente sin trabarse y sin derramar ni una lágrima.

—Minho... —Le comencé a acariciar el pelo —no te sientas así, ¿por qué serías tú el causante?

—Hay muchos motivos —Dijo en cuanto terminé de hablar.

—Minho, no puedes dejar que esos pensamientos te invadan la mente así —Le dije intentando tranquilizarlo, estaba claro que yo no soy un experto en estos temas y tampoco he hablado con alguien sobre esto —Cuéntame, Minho ¿qué has hecho hoy? —Le pregunté después de un largo silencio, intentando evitar hablar sobre la discusión de sus padres.