COPA AMÉRICA--𝕹𝖊𝖞𝖒𝖆𝖗

8. Cita?

cita...

No sabía lo que podía pasar, podría comenzar a hablarme y darse cuenta que no soy una super modelo con las que el sale o acostumbre ver, me arreglo las uñas, el cabello, lo normal,  las típicas citas de ir al cine, cena romántica o esas cosas, en este caso, una heladería.

No sabía que mierda ponerme estaba teniendo una crisis, el me venía a buscar a las 2:00 pm, eran las 12:45 y Diego me ayudaba a intentar encontrar el outfit perfecto.

- este- me pregunta Diego alzando unas botas militare con un jogging y una sudadera, le negué con la cabeza, que horrible combinación.

- este- dije afirmando en voz alta y Diego observa con mucho cuidado el outfit elegido por mí.

Consistía en una camisa oversize blanca con un estampado de autos color naranjas y celestes, unos jeans holgados un poco rotos, unas Jordan retro naranjas con las medias un poco altas marca Nike y unas gafas delgadas negras haciendo una pequeña combinación con las lineas negras de las Jordan.

Diego solo me miró y asintió levemente contemplando el outfit, me maquille un poco, me hice las cejas, contornee mi nariz y me puse un poco de livstick o mas bien livstick con un poco de brillo sobre mis labios.

- es perfecto- me dijo, yo solo asentí

Pasó una hora y ya estaba lista solo estaba esperando oír el clacksong del auto de él y justo en ese preciso momento lo oí, de inmediato se acelero mi corazón, estaba a punto de salirse de mi pecho, no sabía si esta "cita" iba a ser incómoda, no le di mas vueltas a mi cabeza y abrí la puerta de mi casa para dirigirme al auto del jugador con la dorsal número 10.

Un Audi R8 color azul marino estaba frente a mi yo solo contemplaba el diseño tan perfecto del deportivo, las ventanas tenían vidrios ahumados negros, no podía ver nada desde afuera, la puerta del piloto se abrió y lo vi, tan lindo como siempre, a penas me vio, una linda sonrisa apareció en su cara y se la devolví, el pasó frente al auto rodeándolo y me abrió la puerta.

Él llevaba puesto una camisa blanca arremangada hasta los codos con unos pantalones jeans azules, una gorra hacia atrás azul y unas air forcé blancas, es jodidamente lindo.

- hola- dijo con una sonrisa

- hola- dije viéndolo con una sonrisa como una imbécil contemplándolo.

El camino era tranquilo, yo observaba los enormes edificios desde la ventana, de repente el auto se detuvo, habíamos parado en un semáforo en rojo y él comenzó a cantar una canción que sonaba en la radio

-Eu parado no bailão, no bailão, Ela com popozão, o popozão no chão o popozão no chão- comenzó a cantar, no entendía una chota lo que decía la canción, pero tenía mucho ritmo, comencé a reír de como cantaba, y el me miró- que?- preguntó

- cantas horrible- y comencé carcajear, el me miró con indignación y tocándose el pecho simulando un dolor.

- canto hermoso-

- como digas- el siguió cantando y yo comencé a hacer una coreografía improvisada y el me seguía, reíamos como locos, era un momento que jamás olvidaría- verde- dije al momento en el que cambió la luz del semáforo indicando que podíamos avanzar y una rato después llegamos a la heladería.

Todos nos miraban y yo me estaba empezando a sentir incómoda, jamás me he sentido cómoda siendo el centro de atención, en el colegio cuando me tocaba exponer o decir una charla sobre un tema no soportaba que todos me miraran.

- Una mesa para dos por favor- pidió ney

- claro, síganme por favor- nos sentamos en la mesa- pronto alguien los atenderá

- muchas gracias- el señor se retiró

- que vas a pedir- me preguntó 

- mmm- dije viendo las cartillas que estaban en la mesa- helado de vainilla con maní- 

- le pones maní al helado- me miro divertido

- por supuesto, tienes que probarlo- le dije convenciéndolo de que es increíble el sabor

- como diga la señorita- visualicé detrás del hombro de ney como una mesera venía y mientras daba pasos se desabotonaba algunos botones de su camisa dejando ver un poco sus pechos, puta zorra.

- Buenas tardes, que van a ordenar- dijo viendo a Neymar y relamiéndose los labios algo que empezó a molestarme pero decidí controlarme.

- para mi un helado de limón y para esta linda señorita un helado de vainilla con maní- ella me miró con asco y se fue no sin antes decir un "ok".

- Y, cuéntame que haces aquí en Brasil- me dijo recostándose en el asiento y mirándome desde lejos.

- uff, hice un viaje solo para verte jugar la final- le dije con sarcasmo a lo que el rió pero dentro de mi sabía que era cierto, claro que no se lo iba a decir en serio, que penoso sería.

- vaya me siento importante-

- que ya no eres importante?, vas a reuniones y esas cosas que cambia que te lo diga yo una persona sencilla y para nada importante-

-porque me importa mas lo que pienses tu que las demás personas "importantes"-

- vaya ahora soy yo la que me siento importante- 

- aquí están sus helados- dijo la zorra mesera apareciendo de nuevo y agachándose un poco dejando ver sus senos cuando le dio su helado a Neymar, este ultimo ni siquiera le prestó atención solo tomó su helado sin siquiera dirigir su mirada a la mesera y me miraba sonriente, en tu cara puta, ella se fue no sin antes mirarme con muy mala cara.

- quieres probar esto- le dije señalando mi helado a lo que el asintió, agarre mi cuchara y tome un poco, dirigí la cuchara a su boca y comió, yo solo esperaba ansiosa su reacción.

El saboreaba el cremoso helado, pasaron unos 10 segundos.

- está asqueroso- me dijo divertido y comenzamos a reír

- es increíble, no sabes lo que dices, tienes alguna mezcla extraña para probar?-

- helado de vainilla mezclado con coca cola- había oído de esa mezcla, Diego la hacía todo el tiempo pero jamás la probé me parecía asqueroso

- que horrible- el me miró indignado

- es una maravilla, y por cierto; tengo un último entrenamiento con la selección mañana no quieres acompañarme?, claro si quieres si no quieres está bien quizás no te guste tanto el fútbol y-

- me encantaría- dije interrumpiéndolo antes de que terminara de hablar y me sonrió enormemente- a que hora es- dije preguntándole

- a las 10:00 am, te paso a buscar-

- ok- le dije con una sonrisa era hermoso, su piel morena con sus tatuajes, esos ojos verdes envolventes que parecía que vieran todos mis pecados y esa sonrisa tan jodidamente linda que adornaba su cara, nos quedamos viendo sin decir una sola palabra más y un flash nos interrumpió.

Los paparazzi, carajo.