┏━━━━ • ✿ • ━━━━┓
Embarazada
┗━━━━ • ✿ • ━━━━┛El suave aroma de waffles con fresas hizo que su estómago se despertara antes que ella. Y ni hablar del aroma a café recién puesto en la cafetera, ahora sí que tenía hambre, sentándose en su cama, restregó sus ojos con el dorso de sus manos, pues sus párpados pesaban y querían seguir cerrados, pero su estómago le pedía a gritos aquel aroma a café.
Suspiró, antes que nada debía ir a cepillarse los dientes, era una costumbre que tanta ella como su esposo ponían en práctica, cualquiera que despertara primero debía cepillarse los dientes y luego iría el otro. No era fanáticos de su propio mal aliento matutino.
Se arrastró hacia la orilla de la cama, ignorando el hecho del desastre de sábanas que quedaba y que ella estaba enredada en una. Cuando sus pies tocaron el frío suelo cerámica, se aferró más a sus sábanas.
En cuanto se paró, sintió sus piernas flaquear, que tuvo que caer sentada en la cama.
—Por Kanjigar, qué hice.
Soltó una risita nerviosa, recostando su espalda desnuda contra el colchón y aferrando más sus sábanas a su torso. Estaba avergonzada, los recuerdos venían tan vividos a su mente que quiso enterrarse viva y nunca salir.
A casi un año de su matrimonio, y seguía con las mismas actitudes de cuando empezó, a pesar que ella era quien quería empezar, pero al momento de terminar, la desvergonzada Stella Lake desaparecía dejando a una chica apenada y con las mejillas ardiendo.
Sus piernas flaqueaban por todo lo que hizo anoche que fue el cumpleaños de su esposo Jim Lake.
Apoyándose de las paredes, sintiéndose estúpida por lo débil que se ponían sus piernas, tomó una de las camisas de su esposo y se la colocó antes de quitarse la sábana que la cubría. Luego su ropa interior y con torpeza, fue a cepillarse sus dientes.
—No puedo creerlo.— la sonrisa tonta a causa de los nervios fue detectada a través del espejo del baño.— hasta la madrugada...
QUÉ VERGÜENZA
─━━━━━━⊱✿⊰━━━━━━─
Por más que disfrutara la vista que Jim Lake le ofrecía al solo portar un jeans o solo portar su ropa interior como era esa mañana, las punzadas de vergüenza y pena surcaban queriendo opacar las actitudes atrevidas que deseaba tener.
Sin embargo, Jim no se quejaba de lo dramática que podía ser, desde un "¡Cómo pudimos hacerlo mañana y noche!" Hasta un "¿Puedes ponerte la camisa? Tengo mucho calor" el azabache parecía disfrutar con alegría las actitudes de su fiel esposa, cumpliendo cada uno de sus deseos y peticiones.
Era único para él, y tarareaba su canción que fue tocada en su boda mientras terminaba de picar la fruta para darle el desayuno a su esposa.Muchos podrían desesperarse ante lo recatada que llegaba a ser Stella a veces, una vez alguien se había atrevido a llamarla puritana, claro, el puñetazo que se llevó fue lo suficientemente fuerte como para que pensara más de una vez si llamar puritana a una mujer que tenía una crianza diferente a lo que el mundo exterior ofrecía.
Sirvió dos tazas de café, recordando el perfecto regalo de cumpleaños que le fue otorgado; sin duda Stella era la viva imagen de la inocencia y pureza que llegaba a ser corrompida por unos momentos, horas, y luego volvía a su estado inicial.
Aquello le encantaba.Miró el anillo de su mano izquierda, siempre acompañandolo y recordándole la hermosa chica que lo esperaba en casa luego de una jornada de trabajo.
ESTÁS LEYENDO
Miracle's Shots ━━ Miracle's Saga
FanfictionSweet secrets Perfect couples Crazy adventures