Su mágico embarazo iba de mal en peor.
No saludablemente, mágicamente.
—Mami, mi hermanita o hermanito es mala.— el primogénito de la familia Lake, Jake, abrazaba con cuidado la barriga mediana de su madre, acariciando cada tanto, un poco adormecido.
No le digan nadie que ama ser mimado por su madre mientras acaricia el hogar temporal de su futura hermanita. Y aprovechaba que su mamá acariciara su cabello y le cantara canciones bonitas con su melodiosa voz. Si sus compañeros de clase se enteran, arruinarían su reputación de campeón.
—¿Por qué, cariño?.— detuvo su canto, atenta a las siguientes palabras que diría su hijo, y ya tenía una idea.
—Te aleja de mí.— murmuró con molestia, pero aún así cuidando de no hablar fuerte para que su hermanita no escuchara desde adentro.— hace que desaparezcas por horas y papá debe buscarte. Incluso ye hace ver fea.
Esperaría a que su pequeño se durmiera para poder llorar a gusto, por supuesto que se sentía fea, muy horrible, y que su hijo se lo dijera -aclarando que fue criado para no mentir-, le dolía. Claro que Jim siempre estaba para hacerla sentir mejor, pero ¿Qué podría hacer?
Suspiró aguantando las ganas de llorar, y puso su mejor sonrisa para su pequeño, no dejaría que sus hormonas la pusieran en mal momento.—Sabes que no lo hace a propósito.— le sonrió con amor puro, besando las mejillas de su pequeño.— ya sabes que mis poderes irán peor cuando siga creciendo, necesito que seas fuerte y paciente, mi amor.— acarició las mejillas rosaditas del contrario.— pero en cuanto salga, no volverá a pasar, te lo prometo.— prometió, pensando en sí su "no volverá a pasar" sería momentaneo, pues no había hablado con Jim sobre cuántos hijos podría estar en su nucleo familiar.
Aunque ella solía quejarse mucho del embarazo, dolores, nauseas y otros; pero recordando la primera vez que tuvo en sus brazos al campeon de cabellos negros y viendolo crecer y seguir su ejemplo de bondad y buenas conductas, llegó a la conclusión que su pequeño crecía y ella no podía detener el tiempo; pero sí podía darle un hermanito o hermanita a su promogenito, y volver a pasar la locura del primer año. ¿Era egoista? no sabía, pero a su familia nunca le ha faltado amor y otros, por lo que lo vio como visto bueno el querer otro bebé, no fue tan planeado como el primero.
Porque ahora ambos padres sabían que hacer.
—Te amo, mami.— besó la mejilla de la de cabellos carmesí.
—Yo más allá del infinito, hijo de Jim, Cazatroles de Arcadia.— dijo con suma formalidad, tenía un pequeño juego con el niño, pues al enterarse de quiénes eran realmente sus padres, él tambien se sintió parte de esp, y su sueño del juego de prinicpes, cazadores, caballeros y dragones no era tan alejando a la realidad.
Era algo normal en la familia, más desde que Blinky había contado las historias de la pequeña Miracle y el joven Lake, ahora no solo sabía de poderes y armaduras, ahora supo pasados. A partir de ahí, no hubo día en que Jake no quisiera ver los poderes de su madre y la espada de la luz de su padre.
Pero ahora se cansaba por las desapariciones de su madre por el embarazo.
—Reina mami, ¿Puedes darle a tu único campeón del mundo un tazón de frutas?.
Stella no pudo evitar reír cuando atrás de Jake estaba Jim, viéndolo ofendido por el único campeón del mundo frunciendo el ceño para hacerlo más dramático.
—Lo que diga, mi principito.
—¿¡Y A TU REY, CAMPEÓN, CAZADOR, ESPOSO Y OTROS NO LE DAS NADA!?
El niño y la mujer rieron a carcajadas, ambos sabían lo dramático que se ponía Jim con el asunto de ser el campeón de Merlín, otros títulos y privilegios.
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Miracle's Shots ━━ Miracle's Saga
FanfictionSweet secrets Perfect couples Crazy adventures