Family Lake

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N/A: Mil disculpas por la demora ❤, pero están hablando con una chica que ni siquiera ha dado el primer beso, mucho menos sabrá vivencias reales que suceden en el embarazo o cómo se siente. 👁👄👁

Punto antes de iniciar, EL EMBARAZO NO ES LINDO NI MUCHO MENOS ACEPTARÉ UN "NO DUELE" ¿De acuerdo? No lo digo por obra y gracia de Dios, lo digo por lo que me cuentan mi abuela, mamá, tías, primas y tías abuelas.

3 Meses

Jim Lake sostuvo los cortos cabellos rojizos de su esposa en una pequeña coleta, mientras que su mano derecha acariciaba la espalda de la chica de mirada zafiro.

La chica se encontraba de rodillas hacia el retrete, sintiendo cómo su garganta ardía ante laa incontrolables arcadas que su sistema causaba, sintiendo que se había quedado sin la poca comida que había ingerido hacía minutos atrás.
Ya no tenía más alimento que vomitar, pero su cuerpo parecía querer sacar hasta el estómago.

—Eso es, hermosa. Ya casi... intenta respirar.— el azabache, como de costumbre, seguía con sus dulces tratos para que ella olvidara aquellas náuseas que su primer bebé causaba en ella.

Siguió con las suaves caricias, suspirando cuando Stella relajó los músculos y comenzaba a enderezar su espalda.

Con rapidez, Jim Lake tomó un trozo de papel higiénico y limpió los labios de la fémina con delicadeza, sonriendo en cuanto las comisuras de la contraria se encurvaron un poco. Sonreía un tanto débil.

—Te besaría pero primero me lavaré los dientes.— dijo ella alejándose del rostro de su esposo.

—Eso no me impide besarte la mejilla.— avisó haciendo aquella acción, usando más su fuerza, la levantó para que la joven no se esforzara.

Una Stella Lake le miró con ganas de llorar, si Jim siempre fue un Rey, Príncipe y Obra de Arte ante sus ojos, ahora pasaba a ser un Emperador, un todopoderoso que la trataba como si de la única maravilla del mundo se tratara.

—Solo seis meses más, ¿Si?.— dijo el abrazando a la chica, se enterneció en cuanto sintió la pequeña panza de ella apegarse a él.— te prometo que ya no tendremos otro si no quieres, no me gusta verte así.— murmuró cuando ella se echó a llorar mojando sin cuidado su camisa.

El embarazo no fue nada lindo, el primer mes pueda que sí, no tendría la "semana roja"; ahora más que nunca extrañaba aquella semana.

No podía beber su preciado café, y eso le frustraba, y le había agarrado gusto a tomar demasiada leche. Era extraño como su cuerpo cambiaba.

Su magia estaba entorpecida, no podía hacer nada que ella quisiera porque salía mal, una vez intentó aparecer en la casa de Claire, y apareció en Carolina del Norte.
Blinky le había confesado que Amelia tuvo los mismos síntomas que ella, y era normal, tenía a una vida floreciendo en su interior, conectándose a ella y desarrollando cosas de Jim, por lo que era muy seguro que su hijo tuviera gran parte de su magia. Ella no la perdería ni nada, eso era bueno.

—¿Quieres seguir comiendo tus panqueques?.

Ella asintió, debía alimentarse bien más cuando la Doctora Lake le prescribió muchas vitaminas.

Jim podía decir que no tendrían otro por su bien, pero ella jamás olvidaría la primera plática donde ambos estaban de acuerdo en tener 10 hijos, fue en una de esas tardes donde sus vidas de adolescentes estaban sumidas en la más oscura miseria y depresión, donde un futuro incierto y perfecto que ambos planeaban, tenía mayor efecto que cualquier medicamento calmante.
Ver la sonrisa y los ojos brillosos de Jim cuando miraba un estómago un poco abultado, o cuando veía cualquier artículo como un trajecito o un juguete, suspiraba con emoción; eso le hizo darse cuenta que había escogido bien.

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