Capitulo 4

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-¿Bueno?- murmure algo perdida al contestar mi celular, me sente en mi cama, mirando hacia mi reloj led para intentar leer la hora, mis ojos se tardaron un momento en ajustarse a la oscuridad pero pronto pude notar que era de madrugada.Las 4:27 am, llevaba casi dos horas de haberme acostado y alguien interrumpia mi muy necesitado sueño de belleza, pase una mano por mi cabello para quitarlo de mi rostro antes de prender la luz de la mesa de noche -¿Quién habla?- pregunté por el celular, intentando saber a quien mataría por despertarme, sin embargo hubo silencio total y solo bufé leve antes de colgar y meter mi celular al cajón de la mesa de noche, despistando aquello como una simple llamada de algún banco o compañía telefónica.

-Luces muerta- comento mi monstruo favorito cuando llegó de clases, lanzo su mochila sobre el sillón y se sentó frente a mi en el mesón de la cocina, ella sentada en una silla mientras que yo estaba de piernas cruzadas sobre el mesón de mármol -Me siento algo muerta, me costó dormir- confesé mientras terminaba de comer mi cereal -Debes de estar irritada considerando que estás tomando leche- señaló igualmente y me alce de hombros.Yo tenía esa pequeña manía, desde hace 6 años cuando comencé a tomar leche de almendra, una parte de mi aborrecía tanto la leche de almendras que comencé a tomarla solo cuando estaba irritada ya que me fijaba menos en el sabor, un contraste curioso pero efectivo.-¿Cómo te fue?- pregunte mientras me bajaba del mesón para limpiar aquello -Bien, no hubo nada fuera de lo normal... Me está gustando la escuela- escuchar aquello me saco una pequeña sonrisa, era difícil que a Lidia le gustará algo aparte de ver películas o juntarse con sus amigos, por eso más de una vez mis padres la etiquetaron de problemática.

-Me alegro, pero recuerda que si no tienes bien con la carrera lo hablaremos con mamá y papá para que cambies, no pasará nada si pierdes un año- le recordé suave y asintió.Termine de limpiar y guardar así que volví al mesón -Hablando de mamá y papá, quieren que los llamemos en media hora, cuando terminemos podríamos ir al centro comercial o pasear- le avisé y solté un leve bostezo -¿Que fue lo que te mantuvo despierta? Tienes el sueño pesado-.

Vacile unos segundos, no sabía cómo explicar que primero había sido aquella llamada y luego quedé demasiado incómoda, simplemente no podía dormir por algún extraño sentimiento -No fue nada, alguien me llamo en la madrugada pero no había nadie en la otra línea, seguro fue un número equivocado- explique breve sin querer entrar en detalles por algo tan insignificante.Lidia asintió y me avisó que comenzaría hacer la tarea para poder salir después de la llamada con nuestros padres, yo solo fui a mi cuarto para poder ponerme algo presentable que no fuera los leggings y camiseta, lo cual me había puesto apenas salí de ducharme algunos minutos atrás.Seque mi cabello y lo peine en un intento que lo poco ondulado que tenía se marcará más en lugar de esponjarse, no tarde en rendirme y solo terminar de ponerme algo de maquillaje para ir a la sala de estar y jalar a Lidia, llamando a mis padres como me habían pedido en un mensaje aquella mañana.

Después de que Lidia hablara con nuestros padres sobre la escuela y les contara lo feliz que estaba yo me fui a mi cuarto con el celular mientras ella volvía a la tarea, para responder lo que sabía que mis padres no me preguntarían frente a ella -¿Cómo estás piccolla? ¿Lidia te ha causado problemas?- pregunto papá y negué aunque no pudiera verme -Realmente se ha portado muy bien, y yo estoy bien, saben que yo estoy bien mientras tenga café y oreos- bromee para relajarlos.Sabia lo preocupados que habían estado con dejar vivir solas a sus dos hijas -Me alegro de escuchar eso pero intenta dejar la cafeína, corazón, me sorprende que siendo tan natural sigas consumiendo algo tan dañino- sonreí leve, esa era mi madre, siempre corrigiendo mis pequeños hábitos alimenticios, aunque nunca me regañara por qué confiaba en mí forma de manejar las cosas -Lo intentaré mamá, si te sirve de algo logré reducir las cantidades- le avisé riendo -¿Hablaste con el joven que te mencioné?- me mordí el labio apenas mi padre mencionó aquello.

El Devil's NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora