Capitulo 11

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Dorian; es el tipo de hombre que te causa escalofríos con una mirada, hace que tus rodillas tiemblen y tus piernas fallen con solo un susurro.Aprendi varias cosas durante los días y noches juntos; dias en los cuales teníamos algunas citas, cosas más reservadas y simples como ir al parque o desayunar en cafeterías, las noches por otro lado eran más tranquilas, noches cuando su mano estaba sobre mi cintura o espalda baja y me mantenía cerca de el mientras caminábamos por el lobby a su apartamento.Ahi veíamos películas, a veces el me mostraba nuevas piezas que componía para las noches en el Devil's, en algunas ocasiones simplemente conversabamos.Nuestras noches juntos no solían pasar a más aunque el causara tantas cosas en mi interior, aunque sus labios bailarán un valtz perfecto con los míos.

-¿Se van juntos?- pregunto Jessica curiosa cuando Dorian y yo salimos del Devil's,  vacile un momento, en especial al ver a Grace y Danika a su lado -Adikia prometió ayudarme con unas partituras- mintió Dorian de manera natural y solo colocó su mano en mi espalda baja, guiandome con el por la calle hacia su auto.Me despedí rápido y breve de las chicas, alcanzando a ver la sonrisa victoriosa de Grace y Danika en lo que subía al auto.Siempre éramos cuidadosos cuando me iba con el en las noches, usualmente todas se iban rápido o no prestaban atención a nosotros, por eso no había pensado en que ellas hubieran estado afuera conversando.

Ayudar con partituras... Que gran mentira, una mentira muy poco creíble.En todo caso solo era confirmar lo que dijo Opal sobre como Dorian me permitía estar cerca de su piano; sin ladrar como un cachorro cuando un extraño pasa por su casa.Cosa que ahora sabía era normal para los demás, pareciera que no tocar el piano de Dorian era una regla eterna del Devil's.Una regla que no aplicaba para mí y Dorian parecía confirmarlo ante los demás con cada oportunidad que tenía... "Adikia prometió ayudarme con unas partituras" nadie podría creerse una mentira como esa, no cuando el que pedía esa dichosa ayuda era un prodigio del piano con un orgullo impenetrable.Cuando lo pensabas de esa forma, hasta lucía una mentira patética en la cual no hubo ni el minimo esfuerzo.

-No entiendo por qué no quieres decirles- confesó Dorian mientras conducía, un tono de indignación ligera en su voz aunque yo sabía que mayor que todo tenía comprension a mi decisión -No es que no quiera decirles, simplemente no por el momento... Esto va rápido y lo estoy disfrutando Ezra, no quiero meter la pata con contarle a alguien y que las cosas se vuelvan complicadas, en especial por el trabajo y por qué alguien ni siquiera muestra su rostro- le comenté, aprovechando un semáforo para quitarle el antifaz y dejar un beso en sus labios, paso una mano por su cabello, despeinandose leve antes de tomarme suave por la nuca y unir sus labios con los míos una vez más.Como si fuera la conversación más entretenida me miro a los ojos al separarnos, sin soltar mi nuca -Tienes un punto válido con el antifaz, pero eso no significa nada- reí suave y me acerque por otro beso, más corto y ligero que el anterior -Significa todo, si alguien nos ve fuera del trabajo van a saber quién eres o en todo caso van a creer que te engaño, prefiero no complicar las cosas- resumí, alzando mi mano para acariciar levemente la mandíbula de Ezra, trazandola con mis dedos.Parecio analizar lo que dije y me acercó para dejar un beso en mi frente y finalmente seguir conduciendo.

_-Yo...yo no soy ese tipo de chica- intenté aclarar en un murmuro nervioso mientras sentía los labios de Ezra recorrer mi cuello lentamente, sus dedos jugueteando con el borde de mi blusa -No tienes que ser ningun tipo de chica... Solo tú, solo tú y perfecta tu...-.Se separó un momento para verme a los ojos después de decir aquellas palabras, como si quisiera explicar algo -Adikia, tus labios son más embriagantes que cualquier Bourbon- aseguro con aquella mirada penetrante, haciendo un escalofrío viajar por mi espalda.Dejo un beso inocente en mi mejilla, aunque dudará que "inocente" encajara con los últimos minutos, los largos  minutos donde su prioridad parecía ser saber que tanto podíamos estar sin respirar mientras nuestros labios estaban unidos.Me cargo con facilidad desde la pared donde me había tenido presionada hasta su cuarto, llevandome a la cama para dejarme en esta con suavidad, su mirada volviendo a ese dilema eterno que parecía tener con miedo a romperme.Iba a decir algo, aunque no estuviera segura de que, solo intentando llenar ese silencio pero antes de planear bien mis acciones me pasó dos prendas.

El Devil's NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora