Lemmon Grelliam

"William, el gato" II

Esta parte fue re escrita, ya saben, la primera parte tiene el mismo título, pero esta parte tiene la misma idea, escrita de una manera distinta y con más sentido, espero xd

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William, estaba en medio de una no tan sencilla recolección, el siempre aborrecio el trabajo de campo, después de su examen en la academia, había heredado un recuerdo amargo de aquel acto, ver el cinematic récord de Thomas y vivir su vida en carne propia quizás le dio uno que otro trauma y mal sabor en la boca.
Usualmente hacía sus labores junto a Grell, su compañera y mejor amiga, la única shinigami en la que confiaba, ella se separó de él, pues tenía que matar a algunos demonios que se encontraban cerca de ambos, la pelirroja no dejaría que ninguna de esas horribles criaturas tocara ni el más mínimo cabello del hombre que amaba con tanta pasión.

El pelinegro también peleaba casi a muerte con otro demonio, cuando estaba a punto de acabar con la vida del mismo, aquel ser del infierno lanzó una curiosa maldición sobre el dios de la muerte, de repente William cayó al suelo semi inconsciente, no sabía cuánto tiempo pasó exactamente, cuando volvió a abrir sus ojos, todo a su alrededor era enorme, incluso su olfato era distinto, además escuchaba todo con mucha claridad, era extraño, miró hacia un lado, su death scythe estaba en el piso, cuando trató de agarrarla, se dio cuenta de algo terrible, su mano, ya no era una mano, si no, una pata de un felino, asustado por aquello, el pequeño gerente se escondió entre unas viejas cajas que se encontraban en el callejón, aún estaba asimilando aquella situación ¿Cómo volvería a ser el mismo estoico hombre?

Maullo al escuchar la voz de Grell, por primera vez en tanto tiempo se sintió feliz de escuchar aquella horrible y molesta voz, asomó su cabeza sobre la caja en la que se escondía, notando que la pelirroja lo estaba llamando, algo angustiada.

— ¿Will? — Grell miraba a todos lados bastante preocupada por el amor de su vida —¡William vuelve! ¿Dónde estás?— ella hizo un pequeño puchero mientras cruzaba sus brazos, no quería pensar que había sido abandonada.

—¡Meow! — William salió de su escondite mientas maullaba un poco llamando así la atención de la pelirroja —"¡Sutcliff!" — pensaba.
Obviamente, Grell solo lo escuchaba maullar, lo cual le parecía bastante tierno, a aquella mujer le fascinaban los felinos.

—Oh un gato... — Grell se pusó de rodillas frente al felino y sonrió. —¿Qué haces ahí, pequeño?— ella lo tomó entre sus brazos y acarició su cabeza. —¡Eres un gato muy lindo!—

— ¡Meow! ¡Meow! "Sutcliff, dejese de idioteces y suelteme!" — Will posó sus dos pequeñas patas sobre las mejillas de Grell, dando leves golpes sobre estas.

— ¡No hay porque ser groseros gatito! —  Movió a William lejos de sus mejillas, lo cargaba como si fuera un bebé  —¡A una dama se le respeta!— Lo miró serio. —Me recuerdas a mi pareja~ Su nombre es Will y nos vamos a casar muy pronto! Es el hombre de mis sueños —

—¿Miau? "¿Encerio, Sutcliff?"—Le arañó la cara, haciendo que Grell se enojara demasiado.

—¡Maldito gato!— Grell soltó a William, sobaba su mejilla, le dolía y ardía demasiado. —¡Te mataría, pero quizá Sebas-chan se ponga triste! —

William la miró y casi de inmediato se arrepentio de sus acciones, saltó hacía el regazo de su compañera, alzándose con sus patas traseras para alcanzar su mejilla, lamió esta por un instante para pedir perdón.

—¿Te estas disculpando gato?— Grell tomo a Will y lo acomodó sobre su regazo. —Quizá no eres tan malo...— ella acarició la cabeza de Will haciendo que este bajara un poco sus orejas. —¿Sabes? Como Will no esta cerca te puedo llevar conmigo!— Grell se levantó con Will en su brazo derecho mientras que con el que tenía libre abría un portal con su guadaña de vuelta al mundo de los shinigamis.