Lemmon Grelliam

"Maestros"

En una escuela de Londres, tres chicos caminaban juntos por esta, hablando de temas irrelevantes como cualquier adolescente lo haría, era el tercer año de los jóvenes en esa escuela.

Los tres amigos entraron al salón que les correspondía, se sentaron en la parte de atrás, cerca de la ventana, ahí les llegaba mejor el aire, hacía mucho calor en esos días.

— ¡Eric! — exclamó el castaño, el más bajito del grupo — Deja de tocarme aquí — suspiró, abrazando su maleta.

— Yo no hice nada, fue Ronald — culpó al medio rubio.

— ¡Yo no hice nada! — se quejó el menor de ambos — Eric controla tus hormonas — Bufó.

— Que delicados — se burló el más alto, tomando asiento al lado de Alan.

Los tres continuaron con su conversación, pararon al ver a una maestra nueva entrando al salón, peliroja, delgada y buena figura, Ronald pensaba que si el fuese el doble de su edad, de inmediato le hubiese coquetado, aún así lo estaba considerando.

La maestra dejo su bolso y carpetas sobre la mesa, sonrió a los alumnos y alzó un poco la voz para llamar su atención, que fue concedida de inmediato.

— Buenos días, yo seré su nueva maestra de inglés — sonrió la mujer — Me llamo Grell Sutcliff — escribió su nombre en el pizarrón — Estaré aquí hasta que su maestra anterior tenga a su bebé, solo seré su remplazo — rió levemente.

Se escucharon un par de murmuros, Grell acomodó el puente de sus lentes.

— Como hoy es mi primera clase, me gustaría conocerlos, por favor presentense — ella tomo asiento.

Todos los alumnos de presentaron, pasada al menos una hora de dos de aquella clase, Grell les empezó a dar los temas y demás cosas que verían a lo largo del año.
Una vez la campana del descanso sonó, la pelirroja dejó salir a todos sus alumnos, ella seguía en el salón.
Alan al ser el presidente de la clase y probablemente el único con muy buenas calificaciones, se acercó al puesto de su maestra con un chocolate en la mano.

— ¿Alan, verdad? — sonrió amablemente — ¿Sucede algo? — Grell empezó a guardar sus cosas.

— este es un pequeño regalo de bienvenida — dejó la barra de chocolate sobre su escritorio.

— Gracias, que amable — rió y tomó el dulce, guardandolo en su bolso.

Eric y Ronald veían aquello desde la puerta del salón, negaron con la cabeza, Alan definitivamente jamás se rendiría para ser el favorito de todos, incluso de un maestro suplente.

.....

Habían pasado un mes desde la llegada de Grell.
Era otro día como cualquiera, Ronald, Eric y Alan estaban sentados en una mesa comiendo, el descanso se había extendido por una hora más por razones desconocidas.

Eric golpeó el brazo de Ronald levemente y señaló con cautela a la maestra Sutcliff y el maestro Spears, que enseñaba álgebra, los dos hablaban riendo, aquello sorprendió a los dos jóvenes, jamás habían visto a Spears sonreír y mucho menos reír, ¿Acaso Sutcliff le había hecho brujería o algo así?

Los tres jóvenes se quedaron viendo a sus maestros por el resto del descanso, el sonido de la campana los devolvió a la realidad, corriendo a su salón.

La clase comenzó igual que siempre, William entró, saludo y explicó el tema, una vez respondidas dudas dejo un taller para el resto de la clase, el se sentó a calificar exámenes, con Alan al lado para ayudarle, era un estudiante honesto y el favorito, aunque el jamás lo diría.