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Katsuki siempre fue conocido como el príncipe por la vida que tenía, sus padres eran dueños de una gran empresa de modas, su casa contaba con la tecnología más avanzada, vestía ropas de marcas y costosas, era inteligente y tenían una figura envidiable, alto, musculoso y piel limpia.
Desde pequeño convivio con su mejor amiga, Utsushimi Camie una hermosa niña castaña y ojos marrones, su padre trabajaba de ingeniero y su madre era una de las modelos de la empresa de sus padres.
Ambos niños se llevaban bien y sin querer Katsuki se enamoró de la niña, era a la única que soportaba y era menos molesta que el resto de las niñas, estudiaban en el mismo lugar y se visitaban a menudo para jugar. Todo era risas y alegría en ambas familias que pensaba sus niños terminarían juntos.
Pero un jueves por la noche, Masaru, el padre de Katsuki tuvo un accidente automovilístico en el que murió, fue un enorme golpe para los Bakugo que rápidamente se hizo evidente. La señora Mitsuki dejó de diseñar sus hermosos vestidos y la empresa que por años levantaron, cayó en bancarrota, perdiendo así su mansión y sus comodidades.
Mitsuki empezó a trabajar de mesera y poder seguir pagando una buena escuela para Katsuki al ver él estado derrotado de su madre se intentó a hacer el fuerte y para no caer en depresión y no sentir ese vacío en su corazón, empezó a comer de más, de por si las sopas instantáneas y la comida rápida no le hicieron bien y el ya no poder ir a un gimnasio solo hicieron que engordara.
Aún con todas las cosas su amiga siempre estuvo apoyándolo, ahora con 17 años y estando en su segundo año en Shiketsu, pensó que tal ves Camie sintiera algo por él igual, así que decidido se le declararia
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- Lo siento, solo te veo como a un amigo - tal parece que las cosas no son como parece - No me mal entiendas, pero no me gustas así, me agrada como amigo, pero no te puedo ver de otra forma Kats - la castaña lo abrazo - ¿Podemos seguir siendo amigos? - la chica lo vio con lástima y eso no le gusto, pero no podía decirle que no
