꧁ 𝔼𝕃𝔸 ꧂

❣︎ 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒐𝒄𝒉𝒐 ❣︎

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Este capítulo tendrá escenas +18 lea bajo su propio criterio.

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Sintiéndome más humano y enganchado a su piel yo
Acuesto mi corazón con el resto a sus pies
Recién salido del campos, todo alimentador y fértil
Es sangriento y crudo, pero juro que es dulce
Con su aliento endulzado, y su lengua tan malvada
Ella es el ángel de la pequeña muerte y la escena de codeína.

♫︎ Hozier - Angel Of Small Death & The Codeine Scene ♫︎

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Reki iba hecho un manojo de nervios. Sería su primera vez, ¿y si hacia algo mal? ¿Qué debería hacer primero? Es obvio que él sería el de abajo, ¿Qué tanto dolerá? Miles de preguntas abarcaron su mente y cuando se dio cuenta ya estaba en la habitación.

Ainosuke llevo a Reki al mejor Love Hotel, La habitación que el mayor pido era enorme, una cama grande y muy cómoda; la iluminación tenue y de tonos rojizos. Demasiado elegante a su parecer.

—¿Quieres darte un baño primero? -—hablo mientras cerraba la puerta tras suyo.

-—A-ah s-si...-—Reki pensó que eso ayudaría a calmarlo un poco.- Los nervios y la vergüenza no dejan que lo vea a la cara. —-ah ¿D-dónde está?

Ainosuke trato de aguantar lo más que pudo su risa, estaba seguro que era la primera vez del joven. Shindo camino hasta una de las puertas y la abrió dejando ver el enorme baño.

Reki no hablo más y se metió rápido y cerró dando un portazo, sin querer.

Shindo se sentó en la cama y comenzó a sacarse el abrigo, el reloj. Se recostó un poco en la cama. Realmente era cómoda.

Reki se demoro mucho en la ducha, así que decidió ir a verlo. Abrió con cuidado la puerta del baño, para su suerte el joven no puso seguro. Topándose con una escena algo excitante. Reki estaba completamente desnudo debajo la regadera, sus cabellos pegados a su rostro, el delgado cuerpo era hermoso.

Reki no se percato de que Ainosuke había entrado hasta que ambos estuvieron debajo de la regadera. Dio un pequeño salto del susto, al sentir las manos del mayor.

—Ah A-ainosuke...

Acarició al joven, su mano le tocó desde el costado hasta su cintura. Shindo acerco su rostro con cuidado al del menor hasta poder sentir sus labios.

Sentía cosas extrañas, cada beso provocaba un cosquilleo que caminada debajo de su piel que se acumulada en su vientre y le revolvía el estómago; no es que fuera una sensación desagradable. Simplemente era nueva, era inusual y le abrumaba al punto que se convertía en preocupación, sin embargo quería sentir más.

De un momento a otro la frente se le arrugó con fuerza sin que pudiera evitarlo:

-—¿Estás tan delgado porque comenzaste a consumir drogas?

Reki negó con la cabeza. No pensaba explicarle ni siquiera las cosas más simples de su condición.

A Shindo no le importó su silencio. Ajustó el flujo del agua y presionó a Reki contra las baldosas de la pared para besarlo profundamente, y también, aprovechar para explorar el cuerpo del joven, estira y juega con las parte sensible.