Reki mantenía una gran sonrisa en su rostro al ver todos los adornos navideños que tenia para decorar la mansión ese año, Ainosuke había elegido el color rojo y Reki no se opuso ante eso.
——¡Ainosuke, ven ayudarme! ——Llamo a su novio, escucho un pequeño quejido por parte de este y rio un poco.
——Cuando dije que quería un color rojo me refería a uno más oscuro, no a uno tan brillante. ——Se cruzo de brazos y frunció el ceño, Reki rió y beso su nariz tiernamente.
——Ya deja de quejarte y ayúdame. ¿Qué te cuesta?
——Me cuesta mucho. ——lo reto, reki abrió su boca sorprendido y se dio la vuelta para quedar cara a cara con su novio.
——Okey, puedes irte…
——Bueno, eso fue fácil. —— Sonrió y dio media vuelta.
——Solo que te quedaras dos meces sin sexo. ——Provocando que Ainosuke regresara de inmediato a su lado.
——Sabes que cariño, acabo de cambiar de opinión. ¿En qué te puedo ayudar?
——No, ya no quiero…——Se cruzo de brazos haciendo un tierno puchero.
——Bebé. ——Chillo para después abrazarlo con fuerza y comenzar a darle pequeños besos en el rostro.
——Okey, okey. Entonces vamos a decorar. ——Se rindió, Ainosuke asintió como un niño pequeño.
Ainosuke sonrió y asintió acompañado al menor que alegremente le hablaba de millones de cosas que a veces ni siquiera entendía pero le encantaba escuchar la voz de Reki. Su hogar jamás había estado tan colorido hasta ese día y el gran árbol llenos de decoraciones plateados eran prueba de aquello.
Las manos del menor siempre se rozaban con las del mayor provocando que ambos sonrieran tímidamente, Ainosuke descubrió que Reki era magia porque con armar un simple árbol de navidad pudo sentir como el amor se formaba entra los dos.
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24 de diciembre
La ciudad luce engalanada con multitud de luces y decoraciones para la Navidad; Y la mansión Shindo no se quedaba atrás, su fachada estaba llena de decoraciones luminosas en forma de estrellas, campanas, luces, regalos.
Reki había engañado a sus padres para pasar la noche con Ainosuke, les dijo que lo pasaría con unos amigos de la universidad.
Ahora estaba en casa del mayor terminando de preparar la cena junto con algunos de los chef y empleados de la mansión.
Todos eran muy buenos con él, algunos le agradecieron por estar con su amo, pues todos notaban con Shindo cambiaba por completo cuando esta con el pelirrojo. Ahora se le ve más feliz y relajado.
Al final Ainosuke había dejado que sus empleados se retiraran temprano para que la pasaran con sus familias y Tadashi iba a pasar estas fechas con su familia, que no se habían visto en bastante tiempo. Por lo que se quedaron solo ellos dos en casa.
