Después de salir de aquel lugar Reki siente que no tiene el coraje de llegar a su casa luciendo de esa manera. Así que se decide vagar por la ciudad. Primero que nada pasa a comprar una bufanda para ocultar todas aquellas marcas que dejo el mayor en su cuello.
No llegaría a casa durante el día hacia que le envía un mensaje a su madre diciendo que se quedaría en casa de un amigo durante todo el día y que tal vez pase otra noche fuera. Su madre lo regaña por no avisar que no llegaría la noche anterior y como castigo le tocaría lavar los platos por dos semanas. Reki acepto su castigo y después de eso apaga su teléfono.
Como aun le queda algo de dinero, Reki decide pasar su día en el cine, después en alguna sala de juegos. Cuando se agoto su dinero, decide entones tomar el dinero que le dejo Ainosuke.
Entrando la noche Reki decide ir algún local en el cual pueda comer algo y beber algo de alcohol. Quiere embriagarse para olvidar esa noche, olvidar el horrible dolor y cansancio que se está apoderando de su cuerpo.
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Reki entro en el primer puesto de comida que vio y busco una de las mesas mas alegadas. Pronto alguien vino a tomar su orden.
—Quiero Yakinuki, Horumonyaki. Y una cerveza… también Sake.
El joven asiente y se retira del lugar.
Reki suspira cansado y entones se da cuenta que su vista comienza a nublar sé aguanto mucho tiempo sin querer llorar, solo debía seguir así un rato mas. Sorbe su nariz y limpia las pequeñas lágrimas que salieron. Después de un rato llegó todo lo que pidió.
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Reki tomo primero una cerveza después probo la carne.
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No estaba mal pero tal vez por su estado de ánimo nada podría hacerlo sentir bien. Solo el alcohol podría hacerlo sentir bien.
Ni siquiera sabe por qué se siente tan herido si desde un principio eses fue el trato, solo sería una noche. Claro, él fue el único tonto que se olvido de esa parte, después de que el mayor lo endulzó con sus palabras y acciones. Ahora entiende las advertencias de Tadashi por lo cual se siente avergonzado.
