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"Historia de Hitoshi"

Hace tres años mamá murió de un cáncer no detectado a tiempo, el hecho de que papá sea médico no ayudó mucho en esa situación, ya que el sabía las pocas posibilidades de que ella sobreviviera, en menos de un mes había perdido todo su cabello por las quimioterapias y bajado demasiado de peso, ya no era la mujer alegre que recordábamos, aún así en ese momento fue la mas fuerte de los tres.

Estaba pasando una etapa demasiado difícil de mi vida, apenas entrando a la adolescencia y afrontando el hecho de que cada día mamá estaba más cerca de morir, el hecho de tener éste quirk nunca me favoreció, desde que lo manifesté los demás niños empezaron a alejarse de mi por miedo a que yo les lavase el cerebro, esto mismo hizo que en la secundaria tampoco tuviese amigos o que la gente se me acercase con malas intenciones, ya sea conseguir algo o manipular a alguien, fuí juzgado por un poder que yo ni siquiera pedí tener, destinado a ser un "futuro villano" por la naturaleza de mi poder. Mamá lo notaba y se culpaba a si misma por heredármelo, pero nunca le eché la culpa por nada de lo que estaba pasando, sabía que no era culpa de ambos, solo éramos simples victimas de una sociedad donde el héroe es quien tiene un poder físico de naturaleza noble y el villano es quien tiene un poder desconocido, porque las personas asi son, le tienen miedo a lo que no conocen y olvidan que a pesar de todo somos seres humanos. Aún así mantenía un sueño, por ella, por papá y por todos los que habíamos sido juzgados por la sociedad... yo también puedo ser un héroe.

Aún recuerdo el último día de mamá, era invierno y fué uno de los más helados que recuerdo, supongo que tal vez me hacía falta su café caliente o el katsudon que hacía para que no pasara frío ni tristezas.

M: Mi pequeño, no creo poder seguir aquí mas tiempo, asi que escucha atentamente - decía con clara melancolía en los ojos, pero una dulce y delicada sonrisa.

S: Si, mamá - dije mientras tomaba su mano e intentaba contener mis lagrimas, fallando en el intento.

M: Recuerda esto, no eres lo que ellos dicen, tú eres el niño mas increíble y noble que conozco, me alegro tanto de que la vida me haya dado la oportunidad de ser tu madre, se que no será fácil, pero quiero que cumplas todos tus sueños y yo estaré ahi, siempre estaré aquí... - dijo mientras apuntaba a mi corazón - serás el héroe que muchos necesitan, tengo fe en ti... recuerda que yo te amo asi como eres, eres especial... 

H: Amor... por favor, no nos dejes... no se que haré si no estás aquí... nuestro hijo te necesita- decía con lagrimas en los ojos- yo también te necesito...

M: Hajime... tienes que ser fuerte por nuestro pequeño... si tu decides iniciar una vida con una nueva mujer yo lo entenderé... 

H: No quiero a otra mujer ¡Te quiero a ti! quiero que sigamos siendo los tres...

M: Tenemos que aceptar esta realidad... amores mios, no hay nada que podamos hacer... si no quieres otra mujer... espera pacientemente hasta que la vida nos vuelva a unir... yo te estaré esperando... 

Papá, mamá y yo nos hundimos en un mar de lágrimas, uno el cuál tenía tantos sentimientos encontrados.

M: Hitoshi... te amo... se un buen niño con papá y pórtate bien... - en ese momento mamá soltó mi mano y el sonido de aquella máquina demostraba que ese había sido el último aliento de vida de mamá, dejándome en shock por la situación.

H: Mihoko... MIHOKO NOOOO, TU NO TE PUEDES IR... no mi bebé... regresa... no te puedes ir, amor, tu no....

Los demás sucesos acontecidos en ese día son borrosos, creo que mi cerebro quiso omitirlos, incluso los del día de su funeral. Para ser sincero, desde ese día mis intenciones de socializar y ser entendido estaban perdiendo peso y no era algo que me molestara, después de todo... solo había tenido a mis padres.

Cambio de planes [Aizawa Shota x lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora