FINAL

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-¿Por qué te marchaste tan aprisa? -le preguntó Jungkook.

Jimin se miró las manos, rezando para que no se le saltaran las lágrimas. Tragó saliva con dificultad y carraspeó.

-Había llegado el momento -dijo.

-Mi madre ha vuelto a su casa y Yong ya no está entre nosotros. Además, pensé que teníamos un idilio.

Jimin levantó la vista.

-¿Un idilio? ¿Por cuánto tiempo? Ha-neul me dijo que ustedes dos habían hablado de matrimonio.

Jungkook abrió los ojos como platos y lo miró con perplejidad.

-¿Qué es lo que ha dicho?

-Dijo que habían hablado de matrimonio.

Le costó bastante decirlo.

-¿Cuándo?

-El lunes, después del funeral.

-Jimin, enterramos a mi abuelo el lunes. ¿Crees que me habría puesto a hablar de matrimonio con quien fuera ese mismo día?

-No sé cuándo hablaron de ello. Ha-neul me lo dijo el lunes, en el jardín, después del funeral.

-¿Y por eso hiciste la maleta y te largaste?

-No me largué exactamente; volví a casa.

-Pensaba que estabas en casa viviendo conmigo.

Jimin no dijo nada; no había nada más que decir.

La bebé empezó a protestar y Jungkook miró a Eun-na, entonces su expresión se suavizó.

-¿Cómo ha estado la niña?

-Bien.

El dolor lo había pillado de imprevisto. Jungkook miraba a Eun-na con amor, pero no era su padre y nunca lo sería.

Se volvió a recostar en el sofá y cerró los ojos otra vez.

-Dios mío, el despacho ha sido la locura hoy. Me han llamado cientos de personas para darme el pésame. Algunos de los veteranos me han estado preguntando cuánto iban a cambiar las cosas. Llevo un año dirigiendo la empresa y todavía piensan que la muerte de Yong va a hacer que las cosas sean muy diferentes. Supongo que pensaban que él seguía al mando.

Eun-na volvió a protestar y Jungkook la levantó en brazos. La niña se acurrucó contra su pecho y Jungkook le empezó a dar palmaditas en la espalda. En menos de un minuto cerró los ojos, se acurrucó un poco más y se durmió. Jungkook se recostó de nuevo, abrazando a la niña con fuerza.

-¿Y tú qué has hecho hoy? -le preguntó Jungkook.

-He ido a la librería a ver si podían darme mi antiguo empleo -contestó sin rodeos.

Jungkook apretó los labios, pero de momento no dijo nada. Estuvieron en silencio los dos un buen rato, entonces Jungkook suspiró.

-Vuelve a casa, Jimin. Te echo de menos.

El corazón le dio un vuelco al oírlo. Por un instante la esperanza renació.

-¿Y qué pasa con Ha-neul?

-La última vez que le hablé de matrimonio fue hace unos seis meses. Ella aceptó mi proposición, pero luego me enteré de lo que ella, mi abuelo y mi madre habían maquinado. Desde entonces no hemos vuelto a hablar de ello. Además, ya estoy casado. No habrás pensado que voy a hablarle de matrimonio a otra persona estando casado contigo, ¿no?

-Normalmente no, pero el nuestro no es un matrimonio real.

-Cariño, el nuestro es todo lo real que puede ser un matrimonio. Por las tardes estoy deseando volver a casa. Al verlos a ti y a Eun-na esperándome a la puerta me doy cuenta de que todo lo que hago merece la pena. Sé que no me he portado bien cuando Yong murió, pero es que no esperaba que me afectara tanto. Cuando llegué a casa ayer deseé que todo volviera a ser como era antes, sólo que tú y Eun-na no estaban allí.

Padre Por Acuerdo KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora