∆Capitulo 6∆

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🟢Grafic: Parque Rivera, Montevideo, Uruguay.

Quedé en encontrarme con Verónica el domingo por la tarde en el parque Rivera, que quedaba a  unas cuadras del Portones Shopping. Esa tarde salí a las cuatro en punto pm de mi casa y caminé  hasta el punto indicado de reunión. Al llegar encontré a Vero sentada en el pasto, cortando  pequeñas hojitas de césped y aventándolas al viento. Sonreí al verla tan concentrada, y en cuanto  estuve lo suficientemente cerca decidí hablar.

-¡Pero qué mal entretenida eres Ángel!- exclame.

-Oh- se sobresaltó- May, me vas a matar de un susto- respiró hondo.

-No seas exagerada- reí.

-Malvada- dijo y sonrió.

Me senté a su lado y nos abrazamos. De inmediato se puso a parlotear sobre lo contenta que estaba  porque yo había aceptado participar de una actividad con Isaías y con ella, y lo mucho que me  agradecía por intentar hacerla feliz. Puse los ojos en blanco varias veces mientras hablaba, pero no  la interrumpí, muy por el contrario, intenté sonreír lo más que pude mientras daba su discurso.
-Por lo que me hace mucha ilusión todo esto, creo que el si va enserio, y quiero que sea así…por  eso me encanta que te esfuerces por aceptarlo- concluyó.
-Vale, si, lo sé, Ángel, y por eso lo intentó- sonreí.

-Bueno- sonrió- y, ¿qué era lo que vos querías contarme?, ayer cuando me llamaste te note algo  angustiada- su sonrisa se convirtió en una fina línea de preocupación.

-Bueno-suspire- es sobre mi padre.

-¿Sobre tu padre? -pregunto confundida.

-Si- hice una pausa- verás, mi madre, preocupada por mis constantes pesadillas- me interrumpió.

-No me dijiste que volvieron tus pesadillas- preciso enfadada.

-Sí, lo sé y lo siento, no quería preocuparte- explique- bueno, mi madre me ha contado que Gonzalo  también padecía pesadillas similares.

-¿Y eso que?.- Frunció el ceño.

-Pues, él afirmaba que provenían o eran parte de una maldición, mamá no está segura de que ello  sea cierto pero- me interrumpió.

-Pero quiere que vayas con tu padre y le preguntes, ¿no? - precisó e hizo una mueca.

-Exacto, y la cuestión es- no termine de hablar.

-La cuestión es que tú no sabes si será bueno buscarle o no.

-Si, por eso, ¿qué harías tú?.

Vero se quedó pensativa un largo rato, y yo, al ver que demoraba en darme una respuesta, me  dediqué a observar los alrededores del parque. El sol iluminaba los senderos estrechos del mismo,  y le daban a las pequeñas hojas del césped un brillo especial; sus rayos se proyectaban sobre el
agua del lago, donde los gansos se zambullían y jugaban unos con otros aprovechando la bella  tarde. Sonreí al ver a una mamá Gansa con sus gansitos ya creciditos, era una escena de lo más  tierna. Me quedé mirando el agua, sumergida en mis pensamientos, tenía que descubrir que era lo  que sucedía conmigo, y por qué Gonzalo me odiaba tanto, incluso antes de nacer, pues ningún  padre normal odia a su hijo.

Por el rabillo del ojo vi una sombra negra que se movía lentamente dentro del bosque, rápidamente  dirigí mi mirada hacia dicha dirección y efectivamente vi allí parada en las sombras una figura oscura  con reflejos azules y dorados que me observaba fijamente.
Me espanté, y mi sangre abandonó mi rostro, intenté moverme pero el pánico me lo impidió. Para  mi pesar, más atrás de la figura negra-azul divise otra figura oscura, pero esta con matices rojos en  ella. El pánico me invadió más aún, despertando la secreción de adrenalina en mi cuerpo, cuando  iba a levantarme para poder escapar, vi como la primera sombra se percataba de la presencia de  la segunda y echaba a correr hacia el bosque, y la segunda la seguía.
Mi asombro fue enorme al verlas desaparecer de dicha manera; sacudí mi cabeza embobada y  dirigí la mirada a Verónica para ver si ella se percató de los hechos recientes, pero al observarla, me  di cuenta de que no se había dado cuenta de nada. Vi cómo se movía saliendo de su  ensimismamiento.

Tres Mundos:El fin de los tiempos. [En Corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora