Capítulo 3

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El estrés de Amane se volvía cada vez más grande, se mantuvo en el suelo por varios minutos, para que el frío del suelo la calmase un poco.

Koemi se preocupo ya que su amiga aún no salía del salón y decidió ir a buscarla.  Al deslizar la puerta se percató de que su amiga estaba en el suelo con los ojos cerrados.

—¡Amane! ¿Qué pasó?

Corrió hacia ella con el corazón latiendo a mil de la preocupación, su cuerpo se lleno de miedo como si ya hubiese vivido aquel momento.... Pero no lo comprendía, era la primera vez que veía a su mejor amiga en ese estado.

—Estoy bien Koemi.... solo intento ordenar un poco mis pensamientos, no te preocupes.

—¡Claro que me preocupo Amane! Somos mejores amigas.... Además pensé que te habían golpeado o algo.

—Sabes que si eso hubiese sucedido, la otra persona estaría tirada también en el  piso.

Koemi la miró  por algunos segundos más con cierto miedo. Cerró sus ojos y respiro profundamente para calmarse e imitar luego la misma postura de su amiga.

—Fue Sanemi, ¿Verdad?— Le preguntó mientras le tomaba la mano.

—Si.... Nos dio tres días para retar al equipo de Kendo.

—Y supongo que no nos va a permitir usar el salón.

—Exacto.... Estoy cansada Koemi, no sé si tendremos un buen resultado ahora.... y en la otra historia.

Koemi giro su rostro para verla, en sus ojos había cierta confusión por lo último que había dicho su mejor amiga. A lo cual la peliazul hizo un gesto con su mano para restarle importancia a eso.

Ambas se colocaron de pie tras revisar un mensaje de las chicas del equipo preguntando donde se encontraban.  Debían encontrar la manera de derrotar al equipo de kendo masculino o a los representantes de este.... Era algo que todavía le faltaba hablar con el peliblanco.

—¡Eso es demasiado injusto!—Se quejó una de las chicas.— Es muy poco tiempo para entrenar.

—Además no tenemos ningún lugar para entrenar...

Todas las chicas del club suspiraron resignadas, quizás tendrían que desistir  a participar en el próximo campeonato o peor, disolver el equipo para siempre.

Pero ninguna de ellas deseaba eso, gracias al equipo lograron conocer a chicas increíbles y también les ayudo a saber defenderse ante varias posibles situaciones.

—Creo que el amigo de mi papá posee una academia de kendo.... Podría preguntarle si nos presta un pequeño espacio y si nos puede cobrar menos por último.

—¡Esa es una muy buena idea Sasha!— Koemi se alegro bastante al escuchar aquello.

La chica no tardó en sacar su celular para hacer las llamadas correspondientes e intentar conseguir el lugar para el mismo día, así no perderían más tiempo del que ya han perdido.

Las demás que estaban presentes miraban con bastante nerviosismo a su compañera. Algunas llegaron a tomarse de la mano de la persona que estaba al lado de ellas para intentar calmarse y brindarse apoyo entre ellas.

—¡Lo logre!— Gritó de alegría después de algunas llamadas— Podemos ir inmediatamente a entrenar,  nos permitirá entrenar por tres horas y a un muy bajo costo, sólo por ser la hija de su mejor amigo.

Todas, sin excepción gritaron de alegría, provocando que los demás alumnos que pasaban cerca de ellas les miraran extrañados. Por suerte todas habían llevado el equipo de kendo, —por si ocurría la suerte de que Sanemi les dejase practicar— así que podrían ir directamente al lugar y no perder más el valioso tiempo.

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A todas les brillaron los ojos al ver el espacioso lugar en el cual entrenarían en estos tres días, había toda clase de cosas para práctica todo el cuerpo y no solo el arte de la espada, porque es importante entrenar tanto el cuerpo como la mente.

—Chicas no podemos darnos el lujo de distraernos.— Amane habló mientras aplaudia para captar la atención de su equipo.— En estos tres días tenemos que entrenar con la mayor intensidad posible o nos pedirán que el equipo se disuelva y no deseo eso.... Koemi y yo vinimos para que el equipo femenino se vuelva más fuerte y obtenga varias victorias seguidas.

—¡No vamos a dejar que el viejo canoso nos lo impida!— Koemi alzó una de sus manos para motivarse así misma y de paso a todas las demás.

El dueño del lugar ayudaba a entrenar a las que veía más atrasadas, para ponerlas en el nivel de las demás. Después de todo aún no se sabe como sería la competencia con el equipo masculino, si participarán todas o solamente los capitanes y eso provoca más estrés de lo que ya poseen.

Amane se alejó del resto para poseer una mejor visualización de todas y detectar posibles fallos, prepararía rápido un plan de entrenamiento para así mejorar aquellas fallas y tener más posibilidades de ganar.

—Supongo que tu eres la capitana del equipo.

Amane miró al hombre a los ojos con cierta confusión, dándole a entender a él  que continuase hablando y le explicara a que deseaba llegar.

—Poseen un buen equipo, lo malo es que no han podido entrenar como corresponde y eso ha afectado en el cuerpo de todas... ¿Tienen tres días contando este verdad?

—Si, nos han dado tres días para demostrar que somos un buen equipo  y conseguiremos trofeos.

—.... Podría ayudarles a eso, puedo darles un entrenamiento más específico a cada una de ustedes e incluso uno mejor a la capitana y a la subcapitana

Amane frunció el ceño, aquello que escuchaba le parecía algo extraño. Negó lo más rápido que pudo de la manera más educada que encontró.... Después de todo no pueden darse el lujo de perder aquel lugar para entrenar todavía.

Koemi no tardó en darse cuenta de la incomodidad de su mejor amiga, dejó su arma al cuidado de una de las chicas más cercanas y se acercó corriendo a su amiga,  tomándole del brazo y pidiéndole ayuda para entrenar.

—Necesito tu ayuda Amane.

Habló con algo de prisa mientras la arrastraba lejos de ese hombre.

Caerás ante mi [Shinazugawa Sanemi x oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora