XIII

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Por la mañana mi cabeza daba vueltas. En tan solo unos pocos días cientos de cosas habían sucedió; ningunas favorables. En primer lugar Sophia me llamó a las tres de la mañana para insultarme alegando que era «poco hombre» y a la hora volvió a llamar para esta vez decirme que «entendía mis sentimientos» cosa que me dejo sin palabras.

Luego, la pagina de Instagram que manejaban dos chicas de primer año sobre chismes jugosos de Cleveland Two subió un anuncio de mi separación con Emily haciendo que todos mis conocidos quedaran en un muy gran shock. Todo el equipo me había escrito preguntando que había pasado, incluso algunas personas que ni siquiera conocía lo habían hecho intentando tener la primicia; ahora que el rumor se había esparcido varías chicas habían comenzado a seguirme en redes sociales e intentado entablar una charla.

Ignoré a todos. Y aunque por un segundo me pareció una idea genial, luego me arrepentí.

Si alguna vez alguien crea un rumor sobre ti déjame decirte una cosa; hagas lo que hagas no lo ignores porque tal y como dice el dicho «un silencio dice mas que mil palabras».

Llevaba quince minutos recostado en mi cama observando el techo hasta que mi alarma sonó y me vi obligado a levantarme. Me dirigí al baño para tomar una ducha y sacarme todo el sudor de la noche anterior, me coloqué lo primero que encontré dentro del armario y baje lentamente las largas escaleras.

No quería cruzarme a mis padres porque estos de seguro ya se habían enterado de todo lo que había sucedido. Y también, por lo que había sucedido dos noches atrás, pero, desafortunadamente debía volver a casa antes de la escuela para recoger unas cosas que necesitaba para clases.

—¡Seb! —gritó alegre mi hermano anunciando mi presencia en la cocina. Este se bajo de su silla y corrió hacia mi pidiendo que lo alzara en brazos. Eso hice.

Camine hacia una silla disponible y tome asiento dispuesto a desayunar con mi hermano en la falda.

—Cariño —dijo mi madre—¿como te encuentras?

—Bien —respondí seco.

—Sabes... nos enteramos lo que sucedió —agregó mi padre.

—Realmente no quiero hablar sobre ello.

—Y lo entendemos —alegó rápidamente mi madre—, solo queríamos que sepas que cualquier cosa puedes hablar con nosotros. Se que quizá piensas que no nos importas, pero te equivocas. Queremos tu bienestar, Seb.

—Está bien.

Deje un beso en la cabeza de mi hermano, tome una manzana del refrigerado y caminé hacia el patio delantero para volver a subirme a mi automóvil. El trayecto se me hizo algo corto mientras escuchaba la nueva canción de Ariana Grande, para mi escuchar música era como transportarse a otro mundo.

Estacione fuera de la escuela y varias personas voltearon a ver mi vehículo. Era incómodo pero ya me había preparado para esto; ser alguien publico y tener una relación pública provoca esto.

Vi a Nathan correr entre las personas hasta mi auto y meterse en el asiento del copiloto.

—Creaste una revolución —dijo con una sonrisa, así era el—. Emily ya está dentro, creo que es mejor si entras por la puerta del otro edificio porque James esta en la entrada y según el va a golpearte por mal novio.

—Es tan odioso —comente entre dientes.

—Lo se. Vamos, muévete.

Di marcha atrás y seguí dos cuadras para luego doblar y volver a estacionar pero ahora en la parte trasera, frente a las oficinas.

Todo lo que soy [LGBT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora