Todo el equipo se encontraba reunido en los vestidores y el bullido que había en el lugar era insoportable. El entrenador Moore, con él aura desafiante que emanaba ante cada partido se halla ha parado junto a la puerta controlando el acceso mientras que con su celular en mano tecleaba unos mensajes de texto. Marvin, un defensa del equipo, apareció con un parlante portátil en el cual sonaba alguna instintiva canción de Doja Cat haciendo que los golpes a los casilleros y los gritos se volvieran más ruidosos.Leo estaba ahí, sentado justo enfrente de mí.
—¡Reúnanse, repartiré tarjetas! —pidió Moore. Rápidamente, formamos una ronda—Bueno, chicos, todos sabemos que este año ha sido bastante complicado para todos; la presión de su último año estudiantil ha estado presente y los entiendo, porque he estado en su sitio. El día de hoy, este partido, no solamente definirá si llegamos a la final, definirá si por todo lo que hemos luchado durante este tiempo ha valido la pena; si todos los entrenamientos largos al rayo del sol fueron necesarios y si haber dejado todo lo que han dejado atrás sirvió para algo.
Pase lo que pase, haber trabajado con ustedes ha sido una de las mejores experiencias que he tenido como director técnico y espero verlos triunfar a lo grande algún día.Los aplausos se hicieron presentes a la vez que nos abrazábamos y festejábamos. Hoy era el día en el cual se definiría si haber luchado los últimos 10 de mi vida años había valido la pena.
—Una vez dicho eso, repartiré los puestos. Recuerden entregar sus identificaciones antes de entrar a la cancha. Beck: portería primer tiempo, Zach: portería segundo tiempo. Marvin, Nathan y Ross: defensa fija. Lucían: defensa primer tiempo, luego entra Ares. Theo, Alexander, Leo y Max: medio campo fijo, guardaremos un cambio por si acaso. Sebastián: delantero fijo. Ahora quiero que los nombrados terminen de vestirse para que puedan entregar sus papeles, los que quedaron en la banca pueden ir a calentar.
—Hey ¿cómo estuvo la reunión con Roberts? Estuve esperando tu llamada anoche.
—Lo siento, llegue algo tarde y estaba cansado. Sinceramente, Roberts es un idiota y la primera liga, también. Además, no quiero entrar a un equipo solo porque mi padre tiene conocidos en él; soy un buen jugador no necesito que lo fuercen.
—Tienes razón, hermano —sonrió, puso su mano en mi hombro y dejó un suave apretón—. ¿Has visto que Leo está aquí? Siempre quise que se uniera al equipo, después de todo es un excelente futbolista.
—Si, lo vi.
—Recuerdo que era unido a nosotros, pero cuando entramos a la preparatoria se alejó sin explicaciones. En fin, es bueno que esté devuelta; iré a saludarlo.
Termine de vestirme y tome mi celular para hacer tiempo, faltaban quince minutos para que tuviéramos que salir a la cancha y necesitaba despejarme. Entre a mis mensajes y tenía uno de Emily sin responder.
No sé que está pasando últimamente, pero hemos estado hablando poco. ¿Quieres hacer algo en la tarde? Buena suerte en el partido, estaré ahí.
12:18Hey, lo siento. Pero,
almorcemos en mi casa hoy.
12:48Sentados en las gradas no había tantas personas, únicamente algunos estudiantes que iban saliendo de clase y alguno que otros familiares de miembros del equipo. Incluido, el padre de James; pues él, siempre estaba ahí para analizar lo que este hacía. El equipo contrario estaba reunido frente a los bancos, nunca habíamos jugado contra ellos así que no teníamos un análisis de sus movimientos y el resultado final del partido sería una completa sorpresa.
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Todo lo que soy [LGBT]
Teen Fiction«Algunas veces, la presión por ser quienes los demás quieren que seamos puede llegar a desbordarnos» La vida que Sebastian lleva podría describirse con una sola palabra: perfecta. Cuenta con una familia unida, un hermano menor talentoso, amigos con...