Capítulo 03

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Capítulo 3

Las trompetas anunciaba al resto de invitados llegar a la gran ceremonia del reino de Harlem, las princesas y los príncipes miraban desde el balcón las grandes carretas llevadas por caballos.

Música, tambores, bufones, elefantes, joyas, todo un festival para la entrada al castillo.

-¿Charlotte te gustan esos caballos?-pregunto el heredero del trono de Harlem.

La niña le miro confundida, negando con la cabeza, Venusia a su lado pensó que su respuesta seria asertiva.

-A mí me encantan- respondió Zares con los ojos saltones emocionado.

 Fijo Venusia como azotaban a los animales para continuar la caminata, Charlotte poseía gran afinidad con los animales.

-No, a mí no- respondió ahora el príncipe Edam quien era un año mayor que Charlotte.

Joven de la cual estaba desarrollando una empatía, diferente.

Su hermano el príncipe Peter, negó ante su cambio de opinión para impresionar a la princesa.

-¿Y a ti, Venusia, te gusta?- pregunto algo cohibido.

Una brisa paso entre ellos removiendo las alfombras.

-Los caballos, sí, pero son idiotas si me gustasen que les azoten- contesto mirando la injusticia.

El príncipe Peter rio a lo bajo, mientras que su hermano solo creía que era una princesa necesitada de atención.

Su relación era escasa ya que rara vez se encontraban en el castillo.

“Sin modales y precedencia  de convicción” pensó el príncipe.

-¡Venusia! Le diré a madre sobre tu lenguaje- recrimino Zares.

Una punzada en la mano derecha de la niña se hizo presente, rápidamente lo oculto.

-“Tampoco le gusta la deslealtad, contrólala” – asintió ante las ordenes.

Sonrió ampliamente la niña junto a su hermana.

-Pues, decirle que la parafernalia que ofrece el otro reino humano debería acabarse, para no provocar nuestro leguaje grotesco- respondió Charlotte con voz amenazadora callando a su hermano.

-No creo que un acto de Soplón haga la diferencia en el lenguaje de tu hermana- recalco Edam.

Peter miro como Zares estaba enfadado- Miren llegaron los Seres de las Llamas.

Cambiaron de aires para concentrarse en los ciudadanos de Fuego.

Venusia marcho ante esa escena sin que nadie se percatase, como las hojas de otoño abrazado sus piernas en el risco más empinado de Harlen.

-Nunca se cansara de ser el niño de mami- marmullo a lo bajo. 

Vio como las olas calmadas comenzaron a subir por los ricos regresando, y volviendo con más fuerza hasta llegar a tocar sus pies.

-No es el momento para, Jugar- dijo recriminatoriamente.

“Jamás, preguntamos  eso”- aseguro ese cuerpo de agua dándole la mano.

Regresando al fondo muy lejanos de la cima del risco.

La brisa se envolvió a su alrededor-¿Quieres conocer Harlem, Princesa?

Recordó las pocas veces que pudo disfrutar de ellos, en Harlem todos, tenía que rodear de alguna u otra manera a la familia real.

-No, quiero Jugar- dijo segura lanzándose del risco de casi 4.000.00 pies de altura

Harlem: Herederos Del CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora