Capítulo 09

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Capitulo9

La risa del joven adulto resonaba por las paredes de la habitación de provisiones, llena de comida, frutas y la recolección del mes.

-Vaya que tenía hambre- dijo el ser impresionado de su apetito voz.

Su compañero observo con detenimiento al ave que consumía todo tipo de alimentos para saciar su hambre de su alimento habitual.

-Escóndete- ordeno cuando se escucharon pasos cercanos.

Miro como el plumaje rojizo se ocultaba tras unos frascos con especies.

-Hijo- le llamo Arlen

Haciéndolo girar un poco nervioso.

Vio quien le acompañaba y frunció el ceño confuso, tal vez, pensando que le han descubierto.

-Padre, Charly ¿En qué puedo ayudarles?- pregunto tratando de aminorar sus nervios si viesen al animalito.

Su progenitor apunto la mesa de 4 personas, tomando asiento y sus hijos hicieron lo mismo.

El padre apretó la única posición que le recordaba a su antigua esposa, ese anillo que tenía oculto en su manga.

Imaginándose una situación similar pero en diferentes destinos.

Uno donde la Reyna De La Coz fuese la encargada de hablar de aquel tema...

Que generaría difusiones, conflictos y seguramente frialdad de parte de sus hijos, pero ella encontraría la manera de convencerlos.

"Si no hubieras traicionado" pensó Arlen melancólico.

-Padre...-llamo Charlotte tomando su mano y dándole un leve apretón.

Suspiro exhalando, cuando una sirvienta entro haciendo una reverencia.

-Retírate- ordeno.

Asintió.

Saliendo de la habitación pero quedándose de espaldas a la puerta trasera, con una maliciosa intención.

Retomando la tensión del cuarto, Arlen tomo la palabra.

-Los he apartado por años del protocolo real, pero hay un tema que si es importante acatar como ley de los antepasados de Euler, Tenéis que contraer matrimonio- soltó cohibido.

Charlotte soltó su mano con un semblante confuso y Zares rápidamente frunció su ceño en enojo.

Ya conocían las consecuencias de un matrimonio, o las virtudes y no aminoraba sus disgustos.

-¿Por qué? No tenemos Castillo, o si quiera una casa, solo un título, Solo Ruinas ¿Aún seguimos siendo de La Realeza? ¡Tú elegiste casarte y seguir allí! Pero no puedes hacer lo mismo con nosotros- pregunto alterado su hijo.

-Calma Zares- ordeno su hermana tratando ella hacer lo mismo

Su progenitor se levantó enfadado por el atrevimiento de su hijo mayor al levantar la voz.

-¿Por qué Zares Falco?-pregunto seriamente transmitiendo su fuerte carácter a sus hijos- Porque sois el príncipe de La Coz y mientras vivas eso no cambiara, ya has pasado los años de Lunas correspondientes, en unos meses cumplirás 25, creo que fui lo suficiente mente claro y espero que ambos piensen en ello.

Bajaron la mirada ante la riña de su padre, pero sus corazones palpitaban con fuerzas de negación, ante el anuncio de un matrimonio.

Tal vez, porque camuflaban con razones obias.

-Nadie quiera casarse con la hija de una traidora de La Luz- confeso Charlotte tratando de esquivar ese tema.

Zares sonrió al tener a su hermana de su lado.

Harlem: Herederos Del CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora