Capítulo 16.
Sus lágrimas caían vestía de negro, descalza pasando por las cenizas, para sentir una pizca del sufrimiento que pudo evitar, mirando más allá, donde cuerpos de aliados cayeron en garras de su mayor enemigo.
-Hera- su esposo la tomo de los brazos.
Ella se apoyó en su pecho, sintiéndose inútil, sucia ante no poder evitar que las muertes se arremolinaban en su alma.
-Perdimos a Breve y Suler, ahora es de ellos- lamento mirando el castillo que relumbraba de blanco.
Ocultando atrocidades, y sus enemigos fundados en victoria al derrocar a uno de los mayores aliados de quienes Hicieron el acuerdo de paz hace 10 años…
Y antes de estos.
-Aún faltan miles de castillos, y alrededor de 50 reinos…- la miro tomando sus manos- Podremos vencer.
Él no lo sabía, pero así, su alma celestial le predecía, corrió a subir a su esposa al caballo al mirar que del castillo conquistado salían Fénix.
Su reina comenzó a cabalgar, el solo miro la última parte del castillo.
-Pudiste elegir…-murmuro nostálgico- ahora solo nos queda… destruimos.
Agito las cuerdas, dando un giro y cabalgar rápidamente para alcanzar a su compañera de vida.
Sus caballos iban a la par, escondiéndose en ese campo de arena seca, luego en el espeso bosque.
Galopando con ira, desatando su fuerza en largos trazos sentía la impotencia surgir.
-No vencerás! No te llevaras mi familia- juro mientras el viento se llevó su lágrima.
Su alma estaba herida, sangrante por temor a que le arrebataran, sus hijos, sus vidas, eran lo que construyeron el Harlem.
A pesar de lluvias, tormentas, tristeza y culpa, era Harlem lo que deslumbraba al este y resonaba al oeste.
Pronunciando el nombre de sus valientes y honorable integrantes de la familia Real.
Los colores de los caballos se iluminaban de marrón y color blanco, entre las hojas de miles de colores.
Hera decidió bajar la velocidad, y Arlen igual yendo a paso normal.
Arlen bajo de su caballo, haciendo lo mismo con su esposa.
-Reforzaremos las murallas, mandaremos guardias con Zares, y armaremos un plan de ataque, ya ha comenzado la guerra- le miro con ternura a su esposa- y volveré a protegerlos.
Asintió, cerrando sus ojos lentamente, recordando las mismas palabras días después de la caída del reino.
Escucho canciones, ruidos agradables, silencio confortable al abrirlos miro el rostro preocupado de su compañero.
-Son los seres del Bosque- pronuncio Arlen- era mejor el camino principal, estos seres son muy… impulsivos.
Rio ante el comentario de su esposo.
Cuando frente a ellos un león rayado con blanco, corría y detrás de este, un conejo apuntándolo con una flor amarilla.
Graciosamente desprendían todo el lugar, las hadas bailaron emocionadas, los pájaros cantaron, y las rocas se movieron.
-A eso me refiero- soltó carcajeando.
-Usualmente no somos así- dijo el león encima de la colina a su lado- para nada, Arlen nos conoce- respondió el conejo al otro lado.
La mujer miro confundida a su esposo quien solo la subió a su caballo, y al montarse al del, el animal más pequeño estaba encima.
-¿Quiénes son ustedes?-pregunto la reina mirándolos como desesperaban a su esposo.
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Harlem: Herederos Del Cielo
FantastikA esos que portan coronas, los que llevan espadas forjadas del mejor material... Que se encuentran en la cúspide de un castillo de mármol. Encima de Él Reino de Los Reinos de los Seres. Ustedes que ...Pisan encima de todos aquellos oponentes. Lucha...