Harlem: Herederos Del Cielo

Capítulo 10

Capítulo 10 La liberación

-Usted es la verdadera maravilla, mi Venus, mi Cielo- le murmuro descansando su frente en su cabello.

Ambos sintieron la necesidad de permanecer en esa balada para siempre, sintiendo su conformidad, a su hogar en la calidez de la otra piel.

Pero un aplauso los interrumpió.

 Luego muchos más haciéndolos  retirarse a una distancia más apropiada para medios hermanos.

-Se nota la familiaridad-murmuraban complacidos por su buena relación.

Una chica pelirroja princesa real del reino de fuego, pidió un baile con el su sucesor de Harlem.

Venusia sabía lo importante de las relaciones con los otros reinos, y recordó que como Charlotte y Zares tendrían que contraer matrimonio…

Con alguien de su misma jerarquía, algo en su pecho peso, en otra situación ella se quedaría hasta terminar la noche.

Pero nunca. Habría otra situación, eso lo sabía muy bien.

-Gracias por el baile su majestad- le susurro la joven  con su sonrisa maliciosa y cómplice, antes de retirarse.

-Venus…-murmuro viéndola perderse entre las personas.

“Otra oportunidad a la fosa del reino” pensó.

Tomando la mano de la chica con cabello color fuego, sintió que el frio, la ausencia…

-Reece princesa de fuego, será un honor...-

La gran fiesta siguió, la mayoría fueron a descansar a sus alcobas asignadas, mientras otros disfrutaban en espacios privados.

El cielo ensombreció tan oscuro que ni las estrellas se miraban, pero eso a los hijos de Arlen o el de Hera poco le importaban.

Ya que se hallaban en la torre más alta, reunidos, con velas por donde quiera, y cortinas sellando cualquier entrada de ojos curiosos.

-Leedlo-ordeno la hermana mayor- según esto, tenemos todo lo necesario para la ofrenda, solo falta quien lo recite, él te dirá tu historia, y se la tenéis que contar, si le convencéis, nos otorgara tenerlo devuelta.

Asintió, tomando el pergamino en sus manos.

-¿Estas segura? Puedes perder más que joyas robadas- sentencio su hermano preocupado.

Miro al joven con quien se envolvió en las baladas de las pistas del reino.

-No estoy segura pero lo hare- determino sonando como una gran reina.

La sala se envolvió en silencio, al comenzar a ver las palabras sin pronunciarlas, frunció el ceño.

-¿es una canción…

-Cantadla, él te dirá cuando hacer la ofrenda- sentencio, nerviosa su hermana.

Suspiro tomando aire.

-Un niño bajo el manto del cielo, lo ha tomado preso… perdiéndose parte de su vida…estaba el, en su reino cuando la Luz aparecía…

Su voz sonó tan enigmática, tan envolvente, que de inmediato hipnotizo a sus espectadores.

-Le jure que a casa volvería…

Pero el viento rompió los cristales callándola las ventiscas removieron toda la habitación, haciendo volar cristales rotos, mesas, objetos dirigidos hacia la cantante.

-Venus ¡cuidado!!!

Sacando de su estupor a los demás, rápidamente Zares la tomo apretándola contra el suelo, cesando las ventiscas.