El goteo de la rosa 🌹🦇

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En el santuario los días pasaban todos mostrando esfuerzo para encontrar aquellas pistas que podrían llevarlos con Minos todos tenían la orden de que si encontraban alguna o pequeña pista lo informaran a Athena por la parte de Afrodita solo se mantenía al margen si destacar o mostrar un interese sobre la búsqueda que fue notada por algunos espectros que mede oreaban por los lugares cercanos.

Narración de Afrodita

Las cosas por aquí en el santuario están algo complicas no puedo desaparecer ya que puedo levantar sospechas con respecto a la desaparición de Minos siendo sinceros me aburre, pero son órdenes directas de Athena y no puedo desobedecer. Athena también había mandado a investigar a los caballeros de bronce cuando los conocí note que algunos son algo despreocupados.

Pasaron algunos días donde Milo y Camus volvieron de su misión donde se les notaba más cercanos eso me llamo la atención suponiendo lo que pudo pasar durante ese pequeño viaje. Ahora todos nos encontramos en el templo del patriarca cenando entre las conversaciones triviales donde el ambiente era relajado y cómodo entre todos ya que Athena se iba ausentar unos días con respecto unos temas que tenía con su empresa en Japón.

Todo iba en orden donde la sonrisa y los chistes no eran de faltar, pero algo le llamo la atención a Afrodita era de que el caballero de Cáncer lo miraba como si lo estuviera analizando tratando de no prestar atención desviaba la mirada o no le daba importancia a lo que sucedida lo peor era que no era sutil su mirada poco le importaba que los demás estuvieran presentes.

–Oye Death–hablo el caballero de Capricornio que estaba sentado a su costado observando como su mirada estaba fija en Piscis

-Death atendió a su llamado volteando a ver a su amigo con confusión–Que sucede cabrita

-Shura solo se limitó a dar un suspiro amargado por aquel apodo que le había puesto su amigo desde niños-Quería saber porque estás viendo a Afrodita

–Porque hay algo que tengo que averiguar–respondió algo serio mirando de reojo a Piscis que se encontraba conversando con Camus

Todo estaba normal, pero algo le llamo la atención a Afrodita el olor a sangre se comenzó a sentir por la habitación la cosa era que Aioria se había cortado en la mano algunos se rieron por la tontería como otros se acercaron para ayudarlo más su hermano mayor Aioros que estaba preocupado por su salud se levantó rápido de su asiento para acudir a ayudarlo.

Narra Afrodita

Comencé a percibir aquella fragancia que me volvía loco, mis sentidos se agudizaban por cada gota que caía al frio suelo apretando con fuerzas mis manos hasta sentir como mis uñas se clavaban sobre mi piel, mi boca se podía sentir mojada como mis colmillos querían abalanzarse sobre su piel e incrustarlos podía sentir la mirada de Shion preocupado sobre mí, aunque no era el único por los varios minutos que me quede observando a Aioria podía notar que algunos me miraban preocupados o con interrogante por no quitar mi irada sobre la herida.

Me levanté de mi asiento bruscamente sin importarme nada solo quería salir del lugar yo sabía que tenía un gran manejo de mi sed, pero al estar absorto de sangre humana e estar casando animales la sensación me causaba escalofríos que no podía controlar, todas las miradas se fueron a donde me encontraba al escuchar la silla caer al suelo. Salí de la sala del patriarca a toda velocidad seguido por algunos gritos de Shion que podía escuchar a los lejos repetir mi nombre con mucha preocupación.

No iba a ir a mi templo necesitaba calmarme corrí todo lo que pudieron mis piernas hasta adentrarme al bosque donde sujeté mis rodillas tratando de controlar mi respiración cerrando mis ojos por unos momentos para tornarse rojizos a los pocos metros pude sentir una presencia desaparecí en una gran velocidad para posicionarme en una copa cercana de un árbol observando a un chico, vigilé para asegurarme si estuviera en solitario no aguante mucho tiempo me abalance sobre aquel muchacho disfrutando como capturaba a mi presa. Percibí el mortecino latir de su corazón e imaginé el sabor de su sangre por todo mi cuerpo y dentro de mí me invadió una sensación avasalladora entre calidez que se apodero por completo de mi cuerpo.