El goteo de la rosa 🌹🦇

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Lejanías donde la nieve caía entre los árboles y las montañas congelando a sus alrededores en lo más profundo de una cueva donde el sol nunca entra se observaban huesos de cualquier tipo de animal o personas al igual que manchas de sangre el olor proveniente era desagradable en todos los sentidos. En la larga oscuridad se enfocaban unas escaleras donde una vela iluminaba el sendero que parecían una prisión cuerpos de vampiros muertos hasta ratones y gusanos se arrastraban por doquier en una de las celdas una pareja se encontraba encadenada oprimiendo su cuello como también sus muñecas.

Se escuchaban los pasos de una persona acercándose a donde se encontraban con debilidad la mujer levantaba su cabeza esos ojos morados se veían opacos cuando la extraña figura oscura se acercó.

–Zarina como te encuentras hoy– pregunto con sarcasmo en su tono de voz al ver como la chica solo soltó un gruñido molesto ante la pregunta que realizo aquel sujeto

Zarina: –Eres... repugnante...–fue lo único que dijo con dificultad debido a lo cansada que estaba como para hablar

–Que halagador tu comentario–respondió con alegría–Saben sus hijos son muy hermosos eso se debe a ti Zarina–comento soltando una carcajada que resonó por cada rincón

Zephyr: –Como mis hijos... no te metas ...–hablo con mucha rabia y furia dentro de su tono de voz

–Hay te desperté–comento para sonreír y mirar a Zephyr– Hm... ya que me tengo que ir fue un gusto volver a verlos a ambos–hablo sonriente para empezar a caminar, pero antes se detuvo para decir algo– Sus hijos serán míos–fue lo único que dijo para desaparecer en la oscuridad

En la prisión los gritos de Zephyr eran llenos de rabia gritando a todo pulmón que no se metiera con sus hijos en cambio Zarina solo bajo la cabeza mientras las lágrimas caían por sus ojos por la impotencia que tenía en ese momento. Poco a poco los gritos se apagaron el esfuerzo que hacían por mantenerse con energía era agotadoras la falta de sangre los debilitaban como las heridas que tardaban en cerrar sobre sus cuerpos de nuevo el silencio reino dentro la oscura prisión y con el viento la vela se apagó.

Con aquel chico de cabellera blanca observaba el extenso bosque que tenía en frente su sonrisa era radiante mientras que unos sirvientes acomodaban las cosas en aquella cabaña que se iban a hospedar todo era tranquilo hasta que un guardia apareció ante su delante que solo permaneció callado.

–Dime tu reporte–hablo entre el extenso silencio que los albergaban

El chico solo asisto para poder hablar–Mi señor tenemos entendido que su castillo esta en uno de los bosques que se encuentran cerca al santuario–respondió para volver al silencio

–Entiendo–fue lo único que dijo para caminar a su habitación y al ver a un mayordomo que lo esperaba

–Mi señor–hablo con total respeto en su tono de voz ante la persona que estaba en frente

–Sabes que no tienes que ser tan formal John, puedes decirme James–hablo tranquilamente y relajado para sentarse en una silla

John: Esta bien amo James podría saber porque fue a ver al joven Afrodita

–Claro que si puedes saber–respondió para soltar un suspiro–Lo extraño mucho por eso lo fui a visitar ya que sus padres arruinaron nuestros planes, pero ahora nada nos separara

John solo escuchaba y asistió para terminar de atender a su amo en cambio en el santuario Afrodita se levantó con pesadez y viendo a su hermano en la habitación recordando lo sucedido y sabiendo que sus amigos ya sabían de su existencia por parte de Albafica las cosas estaban saliendo de control además de que Athena quería saber lo sucedido por la boca de ambos guardianes de piscis y Shion no se salvaba también tenía que confesar y contar lo sucedido la noche estaba presente donde Minos se escabullo para llegar al doceavo templo trayendo recuerdos de cuando iba a visitar a su rosa. Una vez llego se topó con Albafica que estaba estresado y nervioso cosa que compartía con su hermano ambos al verlo decidieron conversar sobre lo que tenían planeado lo que no sabían era que Athena le había comunicado a Hades sobre la aparición del anterior piscis cosa que a la mañana siguiente ambos dioses hablarían sobre el caso de Minos.