El secreto del pasado.

𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝚇𝚅𝙸𝙸

•𝚒𝚍𝚒𝚘𝚝𝚊•

Alex se sentía a carnitas en su pelaje a pesar de ya estar a salvo con su padre pero aún así tenía que contar el momento de lo ocurrido de hace horas. Después de decir de conseguir el agua y que Luna estaría al lado de Makunga parece que confiaba rápidamente al otro león lo cual lo molestaría mucho, si no fuera, que Makunga se pegaba mucho a la leona poniéndola demasiado incomoda.
No le dirigió una palabra ni mirada, sabía que mordió más de lo que esperaba en la mano que le da pero se sentía muy mal. Sus sentimientos por la leona le confundían.

Una parte de ellos le agrada las peleas, el sarcasmo, la forma de como lo miraba desafiante y sobre todo el pánico que tiene a cuando el le toca la pata.
Esa vez cuando la agarró cuando fueron a "buscar" a Marty, él cual no necesitaba que lo rescatarán.

No eres un monstruo

Aún recordaba sus palabras de aliento no solo para animarlo, si no, que ella también había vivido algo parecido pero más como un infierno. Hasta el mismo no desea ver a alguien matar a su padre o a un cachorro.

Cuando rescató a sus amigos, pero, no había visto a Luna corrió en todo el terreno a buscarla sin importar si se ensuciaba más su pelaje. Pero cuando la encontró su corazón por poco deja de latir.
Tendida en la hierba verde y gravemente lastimada. La mordida de los Foosas y raguños graves que le dieron. Un fuerte instinto le dijo que vaya a buscarlos para dañarlos como ellos lo hicieron pero se contuvo la cargo. Después de eso los pingüinos se encargaron de ello para atender sus heridas.

A punto de partir pero a saber que no hay combustible dos partes de él estaban peleando, una de ellas decepcionado en no partir pronto a un continente nuevo o regresar a Nueva York, el segundo fue más como alegría a saber de no irse aún. Luna decidió quedarse al cuidado de los pingüinos pero sentía decepción y miedo. Miedo de no verla de nuevo.

- Parece que no te irás muy pronto Alex - la risa de la leona logro que la mirara lago decepcionado pero con una sonrisa.

- Si, pensaba en regresar a casa o visitar a un lugar - camino asía ella mirando sus vendajes - ¿Cómo estás?

- Emm... bien solo algo cansada - sonríe - deberías dormir un poco su alteza y no preocuparte por súbitos.

- Pues tengo una que necesita ayuda - se acerca - una que ayudo al rey a comportarse más como él y no seguir diciendo en un monstruo si hay peores en el mundo para serlo.

- Eso es muy tierno - niega divertida.
- Y eso significa que te cuidare mientras los pingüinos buscan algo para irnos.

- ¿Qué? - sorprendida - yo no acepte algo así como un niñero.

- Es eso o que Kowalski algo te revise diariamente para saber si estás bien - se cruza los brazos - no me mires así, no sea porque no los conozco bien pero me a llegado en el zoológico chismes de esos locos.

- No son locos, son únicos y especiales - suspira - aunque tienes razón...

Y así inicio su cuidado con luna a pesar de todo aprendió mucho de ella lo que el piensa que no se podría hacerlo por tanto años de gruñirse, pelear y discutir. No era una vida tan adecuadas para ellos pero aún así era su vida.

Pero lo del avión cuando Gloria hablo sobre "Reproducción" le interesó de gran manera y no pudo evitar imaginar un cachorro con su pelaje y ojos de Luna. Pero descarto la idea a ver lo incomoda que estaba la leona así que no hablo más o intento hacerlo.

- Y por poco le dijo - susurro desanimado pero decepcionado por el mismo.

Lo cual es la verdad en la caída del avión por poco le dice a la leona "Luna eres la mejor leona que eh conocido, a pesar de tu friadad, la forma sarcástica como me hablas o las veces que pelamos fueron lo mejor en mi vida, eres única por tu mirada y más por tu pelaje. "Eres hermosa luna"

Pero no lo hizo después de ser la humillación familiar del mundo se desquitó con luna de la peor manera posible. El mismo no se perdonaría. A pesar que estaba con su padre Zuba tratando de salvar su vida de aquella vieja loca que lo quería cocinar.
Entendió un principio que su padre tenía miedo así que reveló su verdadero color. El baile era lo suyo era único a su manera y especial.
Alex si nadie entiendo el amor de la luna al sol, el sol a la tierra y la tierra a la luna. Nadie entenderá las diferencias de una persona a otra.

El amor era confuso de cierta manera y es lo que aprendió de Luna no importa que tan parecido seas con el padre pero lo que importa será la diferencia que eres en el. Su padre lo entendió se unió a bailar con él. No solo eso logro más de lo esperado que deceaba siempre seguir adelante.

- ¡¡Hijo!! Cuando lleguemos necesitas hablar con Luna y pedirle disculpas - gruño - no sabes lo que ella a pasado.

- ¡¡¿Cómo que a pasado?!!¡Ella fue la que me provocó!

- ¿De que manera?

- ¿De... de?... No en realidad yo me desquite.

- Hijo, ella vivió tanto en el infierno como en el cielo - negó decepcionado- ella es especial es la hija de mi amigo.

- ¿Eh?

- Alex... te lo contaré cuando lleguemos y creo que te demorará conseguir su disculpa si es igual a su madre de cierta forma
.
- ¿Tu? ¿Conoces a sus padres?

- Los conocía... su padre fue un hermano para mí pero después de su muerte, con la de su esposa y la desaparición de su hija me aleje más de lo esperado. Aún me culpo de lo sucedido. Fue cuando tú desapareciste meses después y todo fue tan rápido cuando me avisaron.

- Yo... - miro a su alrededor con duda.

- ¿Hijo?

- Pediré disculpas

- Eso es hijo - sonríe - ahora hay que averiguar cómo sacar a Makunga como Alfa...

- Tengo una idea - sonrió divertido.

A pesar que la vieja dio problemas la necesitaba para algo muy "especial" para Makunga después praniaria la disculpa para luna pero eso necesitaba ayuda.