El secreto del pasado.

𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝙸𝙸𝙸

•𝙵𝚎𝚕𝚒𝚣 𝚌𝚞𝚖𝚙𝚕𝚎𝚊ñ𝚘𝚜 𝙼𝚊𝚛𝚝𝚢•

El momento que el sol se oculto y la noche domino las calles de Nueva York el grupo de cinco amigos comenzó a dar regalos.

- ¡Uh!, ¡Es tu cumpleaños.

- Eso es fácil de saber hay que esperar un año para cumplir no todos son pacientes y pocos lo celebran.

- ¡Luna!, ¡No lo arruines.

- ¿Qué cosa debo arruinar? -una mirada inocente logro que Gloria riera por la "inocencia" de su amiga.

- Chico, venga abre ese paquete -animo Alex a Marty para así ignoraran aquella leona molesta.

- ¡"me siento amada"! - observo.

- ¿Qué es? - repitió gloria.

- ¡Vaya! -abrió la caja sacando con ello el contenido con sus pesuñas - ¡Un termómetro! ¡Me encanta Melman! ¡Me encanta!

- "Es lo que creo que es" -aguantón a risa a la vez una cara de disgusto cuando Marty coloco dicho "termómetro" en su boca.

- Si quería darte algo personal. Ese fue mi primer termómetro rectal.

Luna solo se aguanto la risa mordiendo sus labios para evitar reír al ante la reacción de la cebra y así mismo comenzar a cantar los tres animales a la cebra menos luna.

- ¡Luna! -reprendió Gloria a no verte copera en la canción de feliz cumpleaños.

- A ti...-desganada canto la partí final.

- ¡¿Qué aré con Tigo?!

- Amarme, mimarme y adorar me más que el feo león.

- ¡Oye! - se quejo el león.

- Bien comencemos de nuevo. - suspiro Gloria con pesar y una sonrisa divertida.

- ¡No chicos no es!

Y así mismo volvieron a cantar lo cual saco una sonrisa cansada en la cebra. Luna no participo. Después de todo no le da bien en pasar festividades de este tipo.

- Cumpleaños feliz en un zoológico vives y te pareces un mono hasta hueles así.

- "Es una canción loca y original para nuestro amigo pero ofendieron a los chimpancés"- negó divertida del show .

- Vaya chicos - sonrió la cebra - van hacer que me avergüence y que numerito a excepción de ti, no te ofendas.

- No me ofende solo que no soy de esto.

- Si, lo recuerdo tu eres de dar regalos pero no de participar en la canción del cumpleañero.

- Me alegro - sonrió luna para luego abrazar a Marty del cuello - ¿Por qué no eres mi compañero de habitad el mío ya debió Hacer caducado?

- No lo sé pero el día que lo echen estaré con Tigo.

- ¡He! ¡Estoy aquí!

Ambos rieron para así separarte e ir a tu habitad por el regalo de Marty.

- Allá vienen diez años para la cebra y faltan otros diez.

Una risa se le escapó para así ir a una roca falsa y sacar una pequeña caja de rayas con un listón negro.

- ¡Vaya peculiaridad! - río en silenció.

Ella misma sabía que no era peculiar pero por el momento daría una risa a los chicos pero aún así presentía algo. Al momento que luna regreso el ambiente se sentía tenso e incómodo para ti.