El secreto del pasado.

𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝚇𝚇𝙸𝚅

•𝙰𝚌𝚎𝚙𝚝𝚊 𝚎𝚕 𝚊𝚖𝚘𝚛, 𝚞𝚗𝚊 𝚟𝚎𝚣 𝚖𝚊𝚜•

“ — se que piensas que es una locura pero amar no es malo para ti – la pantera observo a la joven leona que no despejaba su vista asía las montañas de forma de una persona hembra.

— Estoy cansada de todo y de los malos tratos – susurro – nadie me ama tan solo ven algo que usar y desechar.

El viejo Tomas tan solo negó suavemente ante las palabras de Luna. También tenía la culpa en no conocer a esos jóvenes y al adulto. Le daba un mal sabor de boca y ganas de asesinarlo de nuevo.

— Yo te aprecio como mi propia cachorra, te adoro desde que viniste a mi vida. A pesar de tus travesuras y lo lista que eres. – camino asía ella para acariciarle su cabeza con cuidado – Eres amada no solo por mí también los verdaderos amigos que tuviste por todo el mundo. Y también debes amar a mi nieto.

— No sé, no sé si seré una buena madre – su voz se anudó y pequeñas lágrimas cristalizaron sus hermosos ojos – estoy rota por todo.

— Negar la vida es cruel pero ya aprendiste de ella así que intenta que el pequeño sea una viva imagen tuya y no des vuelta mucho del pasado concéntrate en este futuro. “

Tomas o Tom de cariño la pantera araña, fue uno de los grandes felinos del circo por ser tan único y especial. No olvidaría la primera vez que lo vio actuar era tan único y sorprendente. Nadie de aquí lograría su hazaña de trepar la carpa del circo sin usar sus garras. Nadie entendería el porque su peso no india la tela y sobre todo nadie entendería como trepó un tubo de metal en dos patas.
De cachorra fue su motivación para ser sorprendente como él, quería ser como él. Pero cometió mucho darle su corazón a personas desconocidas de poca confianza. La destrozaron tanto mentalmente como físicamente.

— ¡No, Skipper! – grita enojada exaltado a todos los animales que aún estaban ensayando – ¡Yo nunca! ¡Repito! ¡No nunca estaría con Vitaly ¡ ¡Apenas lo conozco!

— ¡Cálmate! ¡No te esponjas hermana sin plumas! – alzó su aleta para después hacer su maniobra y quedar en la cabeza de luna – solo que no se ven que llevan 6 días de conocerse en realidad llevan más que eso. Yo diría como años.

— Eso sería imposible – negó en silenció.

— Es lo que veo y pienso que también los demás lo piensan – responde en susurros.

Luna solamente se quedó allí pensando no recordaba en dónde conocía al tigre ruso, pero se sentía tan cómoda con él. Debería pensarlo mejor tal vez dormir aclararía las cosas.

“ El puma miraba con algo de preocupación a su pequeña protegida, el día de que su madre la dejo con el no pensó en volver a ser “padre” ya estaba muy viejo para serlo así que sería como un tutor temporal hasta que sea una leona adulta y fuerte. No era tonto sabía que su madre ya estaría en la otra vida.

A pesar de ser una cachorra de algunos meses era un ser curioso y tímido. Y muy desconfiada.
Recuerda muy bien que ningún animal podía acercarse a la pequeña si no fuera él. No dejaba que las personas la revisaran si no estaba él. En realidad no dejaba que nadie la toque, mandé o vea si no estaba él. Era un dolor de cabeza en realidad. Hasta que su mejor amigo vino por trabajo junto con un pequeño tigre.
Esperaba el típico gruñido o la ignorancia de su pequeña protegida pero nunca.

— Nunca vi a un felino con rayas – la pequeña se acercó al tigre rozando sus narices – pareces casi a una cebra si no fuera por tus rasgos. ¿No eres un león, ni un chita o un puma?....¿Que eres?