El secreto del pasado.

𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝚇

•𝚅𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚖𝚘𝚟𝚒𝚍𝚘•

África un lugar donde muchas especies conviven en un círculo de la vida pero a pesar de su hermosa tierra pero en las praderas de África se encontraba un dúo de padre e hijo. No me refiero a personas si no leones dónde el adulto intenta enseñar a su hijo a pelar con un juguete.

Es necesario después de todo cuando fresca necesita defensa a demás de mantener su posición en la manada.

— No, no, hijo, por aquí – decía el león adulto mirando al cachorro bailar – ¿Vez al león? – agitó el juguete – mira el león, atrapa al león – suspiro – Mira hijo, si quieres crecer y ser igualito a tu padre tendrás que aprender a pelar.

— Papi – el cachorro grito con felicidad poniendo sus patitas en la nariz de su papá para después recibir una risa de él.

— Mira Alekay, déjame enseñarte algo – dijo – ¿Vez esta marca? – enseño su palma una mancha blanca donde su hijo fue a apoyar ambas patas en el y ver qué tenía la misma marca en una de sus patitas – Tu y yo somos iguales. Cuando seas mayor serás un león alfa como tu padre – sonrió una vez acomodando a su cachorro un lado y tomar el juguete de nuevo – Quiero verte luchar ¿Listo?.

Una vez más intento que el pequeño Alekay intentará pelear con su juguete siendo un fracaso por qué el cachorro quería bailar y jugar.

— ¡No Alekay! ¡No bailes! – frustrado miro a su hijo para luego sostenerlo con una de sus patas con una sonrisa -  estás muy divertido ¿Verdad? – observo a su hijo cambiar de caras con una pata de arriba abajo – Tu eres un cachorro único y singular – sonrió – que te parece si lo volvemos a intentar.

Y así nuevamente el cachorro volvió a bailar aún de la negación de su padre pero atrás del adulto había otro león uno corpulento de pelean muy llamativa — payaso — a demás de pensar que era un guapo león el cual estaba escondido en la hierba.

— Es una decepción cuando no creen como a ti te gustaría – dijo el león levantándose de su escondite mirando al otro león.

— Makunga – dijo – no estas retándome de nuevo o ¿Si?

— Ve el lado positivo Zuba, cuando te derrote y yo me convierta en el león alfa podrías estar más tiempo con tu triste intento de hijo – sonrió a lo último dicho.

Zuba no le alegro para nada de las palabras del otro león mirando un poco a su cachorro para después ver al otro león molesto pero calmado.

— Antes de darte una paliza dime una cosa – molesto lo miro – ¿Porqué quieres convertirte en el león alfa?

— Soy más guapo, tengo mejor melena y soy inteligente Zuba – responde con arrogancia – y quiero que todos hagan lo que yo diga – escucho el fastidio del león – a la cuenta de tres… uno

— Pon atención Alekay – llamo la atención de su hijo – quiero enseñarte como se hace.

— ¡¡Dos, tres!!

El cachorro se distraigo con una mariposa alejándose de la pelea de los dos leones para así después su atención fue llamada por una cuerda donde la siguió.

— ¿Quién es el león alfa?

— Pues tu

— Mmm pues no lo olvides – señaló Zuba en sus palabras – y Alekay así debes de atacar…  ¿Alekay?
Alekay por otro lado llegó a las afueras de la pradera donde un grupo de cazadores estaban listos para llevárselo por la piel o venderlo.

— Mira que belleza… Pagarán muy bien por el.
En este caso venderlo, pero el cachorro no se quedó así una vez que lo metieron en la caja llamo a su padre muchas veces hasta que el lo escucho desesperado.