𝟏𝟓

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Akira yacía sobre la cama de quien minutos antes la había regañado por no cuidar de su salud, pero de pronto la puerta fue abierta dejando ver a un Keisuke con el ceño notablemente fruncido.

—¿Baji? ¿Qué haces aquí?— preguntó Akira mientras se sentaba en la orilla de la cama mientras miraba con clara confusión al chico que estaba frente a ella.

—Eso debería de preguntártelo yo a ti, ¿no lo crees? ¿Qué haces en la habitación de Mitsuya?—interrogó Keisuke mientras se cruzaba de brazos.

—Ay, por favor, no estarás celoso, ¿no?—respondió ella divertida.

—Es que no lo entiendo, Akira.— dijo Baji mientras se tiraba del cabello con frustración.—Le preguntaste si quería casarse contigo.

—Oye, era una jodida broma, no te pongas así de histérico.— decía Akira mientras se levantaba de donde estaba sentada, cuando se dio cuenta que el pelinegro la había estado espiando.— Espera, ¿estuviste escuchando nuestra conversación?

—Sí, ¿y qué?— respondió Baji.

—Oye, eso es violar mi privacidad, no vuelvas a hacerlo.— dijo Akira con el ceño fruncido.

—Respóndeme algo, Akira, ¿yo de verdad te gusto o sólo quieres jugar conmigo?—dijo mientras se acercaba peligrosamente al rostro de ella.

—¿Qué carajo acabas de insinuar, Keisuke?—respondió mientras se acercaba a el.

—No lo sé, tal vez eres así ahora, tal vez solo quieres jugar conmigo, ¿no?

—Estás jodidamente loco.—susurró Akira mientras la frustración la golpeaba en su rostro.— ¿Crees que todo lo que te he dicho y he demostrado es mentira, Baji?— preguntó.

—No lo sé, tal vez así es tu juego, ¿no?— respondió hundiéndose de hombros.

—Eres un idiota, Baji.—sentenció Akira.— Vete, no quiero verte.

—¿Qué? ¿ahora te acostarás con él? ¿por eso quieres que me vaya cuanto antes?— preguntó Baji mientras se acercaba con aires amenazantes hacía a Akira.

Y fue ahí que aquel chico cruzó todos los limites, causando que sintiera como miles de agujas atravesaban sin piedad su corazón.

—Escucha, bastardo, no sé quién carajo crees que soy pero jamás jugaría con los sentimientos de alguien, no soy como tus putas conquistas.— habló seriamente Akira.

—Al menos ellas si me avisaban que solo querían follar conmigo, no como tú que me dices miles de mierdas para luego acostarte con uno de mis putos amigos.—dijo Baji siendo envuelto en inseguridades y celos enfermizos, pero al segundo se arrepintió.

Baji pudo notar como  en el rostro de Akira solo se reflejaba la decepción y sintió como su corazón se partía en mil pedazos.

—Que te den, Baji.— dijo Akira mientras se disponía a salir de la habitación para volver a donde Kisaki, pero la mano del pelinegro apresó el brazo de ella interfiriendo en su camino.

—Perdóname, no quise decir eso, yo... .— dijo Baji con la cabeza gacha.

—¿Perdón? Lávate la estúpida boca con jabón antes de hablar así de mí y... ¿sabes qué? La acabas de cagar, Keisuke, ahora, jodete.— respondió Akira mientras se soltaba del agarre del pelinegro.

Ambos pelinegros quedaron con un sentimiento amargo en la boca por lo que acababa de pasar. El sentía que si seguía con esos impulsos agresivos perdería a el amor de su vida. Mientras que ella se maldecía mentalmente, preguntándose una y otra vez cuando sería el momento en el que alguien de verdad la quisiese y no la tratara como si ella no fuese nada...

𝐑𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞 | 𝐁𝐚𝐣𝐢 𝐊𝐞𝐢𝐬𝐮𝐤𝐞. [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora