Capítulo 13

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Advertencia: contiene escenas sexuales que podrían molestar al público, puedes abstenerse de leer el capítulo o leerlo a gusto y disfrutar de nuestros Freyatopher y su muy explícita escena sexual, pero bien explícita.

***

Freya se encontraba arreglándose, hoy se vería nuevamente con su vecino, después de los besos que compartieron el otro día no sabía lo que le esperaba está vez, aunque estaba emocionada y asustada, se sentía mal por haberle fallado a su marido besando al señor Vélez, aunque era claro que Brant ni siquiera se había preocupado por ella.

La morena comenzó a maquillar su rostro con algunas bases, labiales, sombras, rimel, entre otros objetos, mientras observaba su reflejo frente al espejo. Traía un vestido corto de color negro que mostraba demasiado, era escotado y se pegaba a su delgada figura; unos tacones del mismo color que le daban un toque más fashion, y varios accesorios en su cuello y brazos.

Estaba vestida como toda una mujer millonaria que si veías en la calle te hacía pensar que estabas vestida con una bolsa de papas.

Observo su rostro frente al espejo, tenía un maquillaje natural que la hacía ver hermosa, sus labios estaban pintados de un color beige y la sombra de sus ojos era clara; por primera vez Freya estaba totalmente segura de sí misma como para decirse a sí misma que era una diosa del Olimpo.

Cuando oyó la puerta ser golpeada camino hacia la puerta de su habitación a paso lento, no estaba tan apresurada por ver a su vecino, mucho menos estaba entusiasmada (o al menos eso quería aparentar, cuando bien sabemos que mueren uno por el otro).

Al llegar frente a la puerta de la entrada, seis minutos después, la abre para ver a su vecino vestido de traje negro; pocas veces se lo veía así, y para ser sinceros, él odiaba los trajes.

—Que elegancia la de Francia—dice Freya con diversión, Christopher rueda los ojos. —¿Y por qué tan elegante, señor Vélez?.

—Te ví desde la ventana, como estabas vestida así me dije que también deberia venir con ropa formal; no sé que es lo que tienes planeado—dice el hombre con una sonrisa pícara.

—¿Me viste desde la ventana? ¿Me viste desnuda?—pregunta la mujer con impresión, Christopher asiente con la cabeza mientras observa el rostro de Freya.

—Lastimosamente no te he visto desnuda, simplemente he visto cuando estabas maquillandote. Es una pena total—menciona haciendo una mueca triste, Freya lo golpea levemente en el hombro.

—Acosador—susurra ella.

—Tu me has visto como dios me trajo al mundo, no eres quien para llamarme así—contraataca el hombre con una diversión clara en su voz.

—¿Nunca vas a olvidarlo?—pregunta la mujer con una ceja arqueada.

—Por supuesto que no, dolcezza—susurra el hombre haciendo que las mejillas de la mujer se calienten al instante.

Aunque ella era toda una mujer, Christopher la ponía nerviosa, hacia que todos sus sentidos fallen y que sus pensamientos sean totalmente impuros al tratarse de él. Lo quería de una manera insana, al ella estar casada lo suyo era totalmente prohibido, pero no podían negarse al terrible deseo carnal que sentían el uno por el otro.

—Pasa, acosador—dice la mujer haciéndose a un lado, el hombre solamente ríe para pasar al interior de la casa.

Entre ambos había una química increíble que nadie podía negar, al igual que había una gran tensión sexual entre ambos, y nadie podía pasar por alto eso.

DimenticareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora