Capítulo 15

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Hyukjae estaba recostado en la cama abrazado a una almohada mientras su mirada se perdía en el techo. Había una sonrisa amplia en sus gruesos labios, sus ojos oscuros brillaban y sus mejillas estaban levemente ruborizadas. Jackson estaba a su lado en el sofá violeta, viéndolo con confusión mientras bebía un batido tranquilamente.

—No puedo creer que todo vaya tan bien, con el préstamo que consiguió Hyo pudimos volver a ponernos en marcha, además de que eso significa que puedo salir con Donghae sin sentirme culpable.—Rueda en la cama hasta estar frente a su amigo, quien asiente a sus palabras.

—¿Y quien les presto el dinero? Era una cantidad muy elevada —Jackson le da un trago a su vaso, saboreando.

—No lo se Wang, dijo que un viejo amigo de la infancia. No lo conozco pero no importa.—Cierra los ojos dejando salir un suspiro, la sonrisa persiste en su rostro al igual que su felicidad.

—¿Le dirás la razón por la que te acercaste a el?— Pregunta con un gesto serio en el rostro, entrecierra los ojos para presionar por el "Sí." Pero eso no pasa.

—No, no quiero alejarlo o que desconfíe. Además no es de mucha importancia, ahora ya no hay razón para pensar en el dinero. Saldré con el porque me gusta.—Hyukjae habla con convicción, haciendo que una descarada sonrisa aparezca en los labios de Jackson.

—Porque te gusta que te folle como animal en celo.— Se burla entre risas, recordando las divertidas anécdotas de Hyoyeon sobre esa noche.

Hyukjae se levanta de la cama, con las orejas rojas y lleno de indignación, toma su almohada que hace unos segundos había abrazado y la convierte en un arma, con la cual golpea a su amigo en la cabeza. Entonces el timbre los interrumpe, el pelingro le hace una seña para que sepa que volverá por venganza. Se levanta y sale de su habitación para abrir. Llevaba su pantalón de dormir gris de cuadros y una camiseta de tirantes color negro, un par de tallas más  grande. Pasa la mano por su cabellera oscura tratando de peinarla un poco.

Al abrir la puerta se encuentra con Donghae, el chico de cabellos castaños traía una hermosa sonrisa en su precioso rostro, la cual Hyukjae correspondió encantado.

—Hey, ¿Cómo estás?—Pregunta el joven boxeador dando un paso más cerca del otro.

—Bien, yo...¿Quieres pasar?—Invita con algo de torpeza, se aparta de la entrada dejando libre el camino. Una vez en el interior, el pelinegro cierra la puerta, se gira hacia su invitado sin saber que decir. Esos últimos días siente como si estuviera en una nube blanca llena de felicidad, flotando sin preocupacion alguna, rodeado de calma y tranquilidad.

—Te he echado de menos estos días.— Donghae se acerca hasta el más alto y estira una mano para acariciar la suave piel, los dedos bajan al cuello pálido y después se dirigen a los bíceps ligeramente marcados.

—También yo, pero es importante tu entrenamiento y que no te distraigas.— Se encoge de hombros sin apartar la vista.

Hyukjae siempre había preferido a los hombres delgados como parejas, especialmente porque el prefería ser quien daba, era más costumbre que nada. Siempre fue así y el cambiar todo le parecía raro, pero con Donghae no era así. El chico sonreía y el olvidaba todo, en la cama era tan bueno, haciendo que olvidara hasta su nombre, tocando esos puntos que lo debilitaban dejándolo a su merced, jamás fue quien llevara el mando, ahora podía dejarse hacer por completo.

—Lo se, pero tu apareces en mis recuerdos constantemente.— Da un paso al frente y le besa, un suave roce como si se estuvieran recordando, los dedos ajenos tomándolo del brazo con suavidad y la tranquilidad apoderándose de su cuerpo.

—Hyuk ¿Encargaste comida o quien llamaba a la puerta?— La voz de Jackson desde la habitación los asusto, ambos se separaron, Donghae lucia confuso, con el ceño fruncido y los labios torcidos en lo que parecía un puchero, por otro lado el pelinegro recordó a su amigo en la habitación.

—¿Estas acompañado?— Su rostro se vuelve serio, aún así luce hermoso.

—Sí, mi amigo estaba aquí y...—Hyukjae deja la frase a medias cuando se da cuenta de como luce la situación, después el y Donghae aún no tienen algo serio, están conociéndose y quizá el otro piense que ve a otras personas.

—Lamento interrumpir.—Se cruza de brazos y dirige la vista a la puerta. La sonrisa que estaba se había esfumado y no parecía volver pronto. Hyukjae enreda los brazos en la cintura ajena, acercándose hasta que sus cuerpos están unidos.

—No interrumpes nada, Jackson siempre está aquí.—Después de que hablo noto lo mal que se oían esas palabras. —No siempre, pero el y Hyo entran como si fuera su casa. Porque son mis amigos cercanos, hermanos prácticamente. Solo eso.— Sonríe nervios, siente el cuerpo tenso entre sus brazos. El pelinegro no quería que Donghae pensara que miraba a otras personas o algo así.

—Podemos vernos después.—El castaño siente incomodidad en el estómago, cierta inquietud y molestia de que haya alguien revoloteando alrededor de su...de Hyukjae. Era solo Hyukjae ¿No?

—No, no, no. Ahora es perfecto para que esperar a después. ¡Ya quería verte!— Dice animado, nota como los ojos castaños vuelven a él, los rasgos del rostro se relajaban y en la comisura de los delgados labios se asoma una sonrisa.

—¡Jae-Jae! Encargaste comida y no me quieres dar ¿Cierto? ¡Eres tan malo!— La voz de Jackson vuelve a escucharse, la última frase es un berrinche de un niño. Pero en esta ocasión el dueño de la voz apareció por el pasillo, el cual sólo tenía dos puertas, la de la habitación y la del baño. Un par de pasos y ve a Donghae, lo recorre con la mirada dándose cuenta de quien es, sonríe ampliamente antes de hablar imprudentemente — Entonces ¿Un trío Lee? —Pregunta con la travesura brillando en los ojos.

Hyukjae no sabía que iba a suceder primero, el ahorrando a Jackson, o el desmayandose de vergüenza.

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