Capítulo 9

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—Entonces, es atractivo ¿No?—La voz de su padre lo hace saltar en su lugar de un susto, había regresado a su departamento por su maleta ya que la había olvidado, tenia la esperanza de que Hyukjae siguiera ahí pero el de recepción le comunico que se fue con una chica que vino a recogerlo, cuando le dijo como fue que salio no pudo evitar sonreír. Lo que no espero fue encontrar a su padre de pie en la barra con una nota en la mano, tenía la sensación de que su madre le había dado "la noticia."

—Padre...—Suspira con algo de fastidio, cierra la puerta a sus espaldas y camina a su habitación, no sin antes darle una suave inclinación a su progenitor.

—Oye, que estés con un hombre no es de mi agrado pero tampoco me debo meter. Así que si quieres salir con...—Toma el papel y entrecierra los ojos.—¿Lee Hyukjae? No es de una familia adinerada verdad ¿No será un oportunista?—Pregunta con el ceño fruncido. Donghae regresa con la maleta al hombro, toma el papel de entre los dedos de su padre ve rápidamente el número de teléfono y sonríe.

—No se que es lo que esperas de mi.—Donghae le sonríe con inocencia, le da un par de palmadas en el hombro y sigue caminando.

—Quiero que tengas una familia ¿Qué pasará cuando ya no estemos? Seguirás subiendo al ring y continuarás solos.—Su padre niega caminando tras su hijo.—Comprendo que no quisieras casarte pero debo admitir que tenía la esperanza de que hubiese algún novio escondido y te casarás con el.—Se encoge de hombros en espera de una respuesta.

—Padre, lo entiendo pero Hyukjae solo es un conocido ¿De acuerdo? Quiere algo serio pero no te voy a garantizar una boda.—Donghae abre la puerta y sale del departamento, su padre va tras el y cierra a sus espaldas. El camino hacia el ascensor es silencioso pero no por demasiado tiempo.

—Empiezo a creer que es miedo al compromiso lo que tienes, Yoona y tú congeneaban muy bien y se que también te gustan las chicas así que no me vengas con que esa fue la razón por la que terminaron. Se que no debo meterme pero no puedo evitarlo.—Se detienen frente a las puertas metálicas, el castaño presiona un botón y estás se abren de inmediato, entra con su padre a sus espaldas.

—Mira, lo volveré a ver continuamente si eso es lo que deseas saber. Pero no hay más de que hablar.—Donghae se cruza de brazos y el mayor sabe que la conversación llegó a su fin.

—Bien.—Finaliza el señor Lee con una idea revoloteando a su mente, después de todo era un juez con mucho recursos a la mano.

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Hyukjae estaba sentado en el sofá, Jackson bebía uno de sus batidos mientras el hojeado los Estados de cuenta que le había mandado Yu Bin, la chica era muy buena en su trabajo y también agradable, quizá le podría conseguir una cita con Hyo para mantenerla lejos de su vida amorosa. Hablando de ella, entró a su departamento como si fuese de ella, nada más porque olía a comida no la reprimió por sus confianzas.

—Hyukjae no me quiere decir nada sobre su cita ¿Cómo le fue?—Pregunta el moreno bebiendo lo que fuese que tuviera en el vaso.

—Lo tuve que llevar al hospital, no pudo ir al baño en tres días y ni hablar de que se levantara de la cama.—La seriedad de la castaña hizo que abriera los ojos absolutamente sorprendido. Por otro lado Hyukjae se giro hacia ella, con cada centímetro de su piel cubierto de un rojo profundo.

—Eso no es verdad.—Murmura entre dientes, furioso e indignado por las humillantes palabras.

—Claro que si, le da vergüenza admitirlo.—Dice ella dejando la comida en el centro de la mesilla de cristal. Hyukjae dejó los papeles a un lado y se puso de pie, suprime el dolor en su espalda baja y camina con toda la dignidad que puede reunir hacia la cocina en busca se vasos y platos.

—Bueno, creo que deberías acostumbrarte porque tienes un mensaje de un número desconocido que dice "Espero puedas venir a la pelea de esta noche, te adjunto la ubicación y el pase, espero celebremos después o me consueles, no se cual sea mejor, tu tigre."—Lee la voz de Jackson desde el sofá, finge como si fuese un poema y cierra con una risa burlesca.

—No se que hiciste pero lo dejaste encantado.—Hyo le da un empujoncito en el hombro con una enorme sonrisa en sus labios delgados haciéndolo tambalearse a un lado.

—No creo que sea buena idea seguir con esto ¿No lo estamos estafando?—Pregunta el moreno con un puchero en los labios, pasa la mano por su cuello algo confuso por la situación. Sintiéndola más y más culpable.

—No, porque tu no sabes nada. Tu solo disfruta de su compañía y cuando llegue el momento yo me hago cargo de pedirle lo que se necesita.—Le revuelve el cabello para dedicarle una sonrisa amable.

—¿Y después?—Insiste con el ánimo decaido, toma los platos entre sus manos y va de regreso a la sala de estar.

—Después será lo que quieras...

—Ya le respondí, le dije que ahí estarás sin falta.—Jackson le dedica un guiño antes de dejar el teléfono en la mesa, al parecer si habría un segundo encuentro.

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