Capítulo 18

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El puño golpeo el saco de boxeo una y otra vez, Donghae saltaba suavemente entre un pie y otro, alternando el peso para después dejar caer el siguiente golpe. Los músculos tensados, la piel bronceada con una capa de sudor, el cabello castaño, casi negro estaba atado en una coleta desaliñada y algunos mechones se escapaban cayendo sobre su rostro. El gimnasio donde entrenaba estaba a esa hora casi desértico, solo se escuchaban charlas lejanas y los golpes de quienes entrenaban en el ring.

—¡Felicidades! Escuche que ganaste las últimas peleas ¿Cómo te sientes? — La voz a sus espaldas se le hizo familiar, sacándola un sonrisa.

Donghae se detuvo, girándose en su lugar para ver a un viejo amigo. Sehun le devolvía la sonrisa, acercándose y dándole un abrazo que es respondido. Un par de palmadas suaves en la espalda desnuda y se separan.

—Te he llenado de sudor— Se lamenta al ver la ropa pulcra un poco arrugada y húmeda.

—No importa, pero dime ¿Cómo te ha ido? —El chico le sonríe restando importancia al asunto. Después de todo ha pasado un tiempo desde que lo vio y lo último en lo que piensa es en su camisa manchada de sudor.

—Bien, pero no te he visto en un tiempo. Escuché que huiste con tu novia— Comenta divertido, le da un golpe en el hombre y va a los vestidores con Sehun caminando a sus espaldas.

—Y yo escuche que te ibas a casar ¡Con una mujer! —Finge estar alarmado, riendo con humor por la idea de su amigo con una chica. Es verdad que salio del closet hace poco pero el lo supo desde siempre, para señalar un momento exacto, sería el día en el jacuzzi, con una botella de soju y el vapor del agua caliente. Era una pena que Donghae no lo recordara.

—Sí, realmente le quería. Es una gran persona pero nos falto algo —Donghae pasa por los casilleros y se mete a las duchas, Sehun toma asiento en una de las bancas viendo el vapor en los vidrios cristalinos. Sonriendo por el recuerdo, pasa una mano por su cabello rojizo para apartarlo del rostro.

—Más bien a ella le falto algo y a ti te sobro —Se burla, dejando caer la espalda en el frío concreto. El olor a humedad se mezcla con el del jabón, empieza a sentirse un poco más sofocado por el vapor.

—¡Oh! ¡Cállate! — Grita Donghae entre risas, a travez del chorro de agua.

Hay un silencio prolongado, el cual dura en lo que el castaño termina de bañarse, sale después de unos minutos envuelto solamente en una toalla sin ser consciente de que su acompañante disfruta bastante de la vista. Sehun alza la mirada, trata de ir directamente a los ojos de Donghae pero estos pasan por la miel húmeda que desprende vapor y los músculos tonificados, es demasiada piel y tentación.

—¿Quieres ir a cenar? —Pregunta cuando por fin ve los ojos castaños, traga duro, con la mente un poco nublada.

—Lo siento, iré con mi novio —Responde el boxeador, perdiéndose en la siguiente línea de casilleros, el sonido metálico indica que abrió uno y ha empezado a vestirse, una desgracia.

La última palabra de la oración lo sacó de sus pensamientos, se puso de pie con rapidez, parpadea confuso.

—¿Tienes novio? ¿Tan rápido? —Apenas termino su compromiso hace unos meses y ya salía con alguien formalmente.

—Sí, llevamos una semana. Hoy cenaremos y después vamos a vagar por la ciudad —Platica Donghae alegremente, sale de entre los casilleros, con una camiseta blanca y pantalones negros y tenis deportivos, el cabello húmedo completamente suelto callando sobre su rostro. Oh Sehun no sabía quién era el novio pero vaya que se sentia envidioso. Pero para el lo más importante fue Hae, por ello no le dijo lo del jacuzzi, no se interpuso con Yoona y no lo haría con la nueva pareja. El otro jamás le ha demostrado sentimientos más allá de la amistad, arriesgarse ahora solo lo llevaría a perder demasiado.

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—¿Bien? ¿Bien como? —Pregunta Hyukjae con el corazón latiendo a mil por hora, al parecer el préstamo que Hyo consiguió si les salvo el pellejo.

—Se puede decir que estamos bien, los números están empezando a cuadrar, podemos pagar salarios, pagar las rentas del edificio, y las deudas pasadas. Ya no hay números rojos pero...—Yu Bin se detiene luciendo un poco preocupada.

—¿Pero? — Hyukjae se inclina sobre el escritorio con la desesperación en sus ojos, aprieta los labios en espera de una respuesta.

—Llegó la situación para el juicio, hemos pagado impuestos pero faltan unos meses...Aunque la buena noticia es que podríamos llegar a un acuerdo —La chica sonríe con esperanza y Hyukjae se deja caer en el escritorio, suspirando.

—¿Un acuerdo en juicio? ¿Cómo vamos a lograrlo? —Se queja dramáticamente, Hyoyeon rueda los ojos por la actitud de su amigo.

—La editorial sigue en marcha, se pueden producir ganancias que nos ayuden a mantenernos, ahorraremos cada centavo para que el dia del juicio se pueda hacer el acuerdo...

—Y pagar los honorarios de un abogado —Yu Bin menciona inocentemente el detalle, ganándose una mirada de Hyo que dice "ahorita no" Hyukjae esta un poco estresado así que agregarle más variantes a "el problema" no era juega idea. Lo necesitaban calmado para que pudiera dirigir con la cabeza fría lo un quedaba de empresa.

—Vamos a estar bien, aún falta tiempo para la citación. Nos vamos a recuperar y lograremos el acuerdo.— La castaña le da un par de palmadas en la mejilla para animarlo, el solo suspira agotado mentalmente. Hyukjae era bueno para la dirección, pero cuando tu contador te robaba y la cárcel estaba a la vuelta de la esquina era difícil pensar.

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