-ocurrió en un invierno en el pueblo donde él creció. Veinticinco de diciembre hace tres años. Ella le seguía a todas partes. La sonrisa de emma alegraba el corazón de jack, él siempre actuaba infantilmente solo para hacerla reír, hacían todo juntos, nunca la vi llorar...-la sonrisa de hipo desaprecio y rapunzel se mostró perturbada-, pero un día, un buen día fueron al lago que quedaba detrás de la casa de los overland a patinar, el hielo bajo los pies de emma se quebró y ella cayo. Jack trato de salvarla pero la corriente era muy fuerte. También pudo haber muerto de no haber sido por su padre, este lo saco del agua. Jack culpa a su padre y este a él. Desde entonces jack se alejó de ellos y no ha vuelto a su hogar, ha creado una armadura de un chico despreocupado y sin remordimientos, pero por dentro muere un poco cada vez que llega el invierno, la nieve, la escarcha y el lago congelado le recuerdan aquel día en el que perdió a su hermana. Su padre le apodo jack frots debido a lo que paso, no deja de culparlo por lo sucedido y él igual.
rapunzel se llevó la mano al pecho al recordar las palabras de hipo.
-¿estás bien?-preguntó anna confundida, al ver la extraña actitud de su amiga-. Sabes que te apoyamos nena.
-es cierto-dijo merida posando su mano en el hombro de la rubia-. Anda ya queremos verla.
Rapunzel miro su teléfono y ya faltaban solo unos minutos para la salida de elisa de la guardería. Cuando ambas pelirrojas vieron correr a una preciosa niña de ojos azules intensos y cabello platinado en dirección a su amiga se quedaron boquiabiertas y anonadas con el parecido que esta tenía con elsa. Anna fue quien más impresionada se mostró, se acercó un poco a elisa, quien reposaba en brazos de su madre.
-mmm, juraría que eres una mini versión de elsa- comentó.
Rapunzel frunció el ceño y los labios.
-si así es-bufo.
Elisa miraba a las completas extrañas con los ojos llenos de curiosidad, se froto el ojo izquierdo mientras bostezaba, este acto a las chicas les pareció sumamente adorable.
-awww- musitaron ambas al mismo tiempo.
-esta preciosa-comento merida, pero luego negó con la cabeza y miro a su amiga con preocupación.-¡alto!, ¿rap, tus padres lo saben?
Rapunzel abrió los ojos como platos e hizo una seña con los mismos hacia elisa. Habían cosas que sería mejor no mencionar delante de ella.
-bueno-dijo anna-¿qué te parece si las cuatro vamos de paseo, digo, no nos dejaron mucha tarea así que ¿qué piensas?-propuso anna con una amplia sonrisa.
Rapunzel lo pensó unos segundos y luego asintió con una sonrisa. Las tres chicas y la pequeña llegaron al parque, elisa habían encontrado distraerse persiguiendo mariposas azules, las cuales en ocasiones se pasaban en su platinado cabello, cerca del lago, donde habían otros niños jugando con sus mascotas y habían muchas flores silvestres en el césped.
Las tres amigas habían tomado asiento en una banca pintada de blanco que daba vista al lago y a los otros senderos del parque. Rapunzel admiraba el hermoso lugar y a la pequeña, en veces le agradaba ir al parque a estudiar ya que ahí se respiraba el aire más fresco de la ciudad y ya había aprendido a concentrarse sin importar el ruido.
-¿y bien corona, qué le dirás a tus padres?-inquirió merida mucho más preocupada que antes. Desde lejos podía notar-es el gran amor que su amiga sentía hacia elisa.
-pues, me iré el fin de año, aún no saben de elisa y que vivo con jack...
anna tosió violentamente volviéndose hacia su amiga:
-¡¿qué estás viviendo con quién?!
-¿estás viviendo con frots?-merida se mostró impresionada y anonada-. La chica organizada y casi perfecta viviendo con el chico rebelde e irresistible-completo con algo de dramatismo haciendo una mueca.
Ahora fue rapunzel quien frunció el ceño.
-primero si así es, vivo con jack y segundo no le llamen frots nunca más ok- espeto molesta, se levantó del banco y volvió su mirada a elisa-. Lo siento chicas pero recordé que debo hacer algunas cosas, además como saben estoy muy ocupada. Les agradecería que no le dijeran a nadie más de esto.
-pero rap...
anna no alcanzo terminar su oración ya que la rubia fue a por su pequeña que jugaba en el césped con olaf. En otra tiempo hubiese apoyado los ideales de su amiga y a la impresión que tenían sobre jack, pero ella ahora conocía un poco más de él, lo suficiente como para no volver a juzgarlo y criticarlo.
Cierto castaño por su parte regresaba de trabajar, con las manos en los bolsillos y la mirada gacha, mirando sus pies. Repentinamente alzo la mirada al percibir un dulce y delicado aroma a jazmines. Se encontró con la rubia y la pequeña elisa. Jack miro fijamente los ojos de la ojiverde y sonrío a medias, la joven rubia ladeo una sonrisa igual. En otra ocasión tal vez se hubieran ignorado o dedicado una mirada asesina, pero eso cambio, ahora ambos entraron juntos al edificio acompañados esta vez de la que ahora era su hija.
Durante la cena, elisa no apartaba la mirada del plato de sus padres, cada uno siempre era diferente, su madre cenaba ensalada como casi siempre, su padre siempre llevaba en su planto alguna carne de cualquier tipo mientras que ella tenía un plato de cereales con leche. El castaño atrapo a la pequeña mirando su planto con la cabeza ladeada y mucha curiosidad. Jack tomo una pequeña porción de su cena, antes de que pudiera dársela a elisa quien se había inclinado sobre la mesa para dar el primer bocado rapunzel sentencio sin apartar la mirada de su teléfono:
-ni se te ocurra overland.
Ambos rieron por lo bajo volviendo a recuperar la postura en la mesa. Elisa había jugado hasta tarde con olaf y se había quedado dormida en la alfombra de la sala, jack la cargo en brazos y la llevo a la habitación. Al ir de salida su teléfono comenzó a sonar. Se trataba de tadashi. Miro en todas la direcciones y vio que rapunzel seguía sentada en la isla con sus lentes puestos, su cabello atado en un chongo alto, su teléfono a un lado y no paraba de escribir sin desconcentrarse. El castaño se metió al baño y atendió la llama.
-¿qué quieres?-pregunto algo extrañado.
Al otro lado se escuchaba una fuerte música.
-¿viejo no vienes?, te aparte un lugar junto a Thoot- dijo tadashi gritando.
-ah...- jack dudaba si era lo correcto porque enserio si quería ir, hacía ya algo de tiempo que había dejado de asistir a fiestas y si lo seguía haciendo pronto ya no recibiría más invitaciones. Jack actuaba de forma ansiosa y nerviosa mientras lo pensaba.
La rubia había dejado de escribir al escuchar algunos quejidos, se dirigió a la habitación y miro a elisa retorcerse un poco en la cama, se sentó a un costado de la misma y acaricio el cabello de la pequeña que tenía pesadillas. Lo que rapunzel no sabía era que no solo eran pesadillas, elisa estaba recordando fragmentos de su vida anterior.
-mamá-susurro la pequeña sollozando dentro del armario viendo por la abertura de la puerta como aquel monstruo de cabello rojo golpeaba a su madre.
Cada vez que el monstruo de cabello rojo llegaba a casa elisa corría a esconderse y siempre se preguntaba en su inocencia por qué su madre no hacía lo mismo.
El estómago de la pequeña rugía y solo se limitaba a sostenerse la panza.
-mamá tengo hambre.
Elsa se volvió a mirarla aterrorizada y se llevó el dedo índice a los labios.
-shhhh.
La pequeña ojiazul volvió la mirada al pelirrojo quien devoraba como animal mientras calvaba su mirada verdosa en la televisión.
Cuando jack salió del baño listo para irse, noto que rapunzel ya no estaba sentada en la isla, volvió su mirada hacia la habitación, la puerta estaba abierta y ahí estaba ella, cantándole a la pequeña eli su ya mencionada canción favorita para que durmiera. El castaño saco su teléfono y le marco a su amigo el asiático.
-sabes que T, dale ese lugar a alguien más.
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Dulce elisa = jakunzel =
FanficTodos la describen como una chica excesivamente organizada y algo creída, para ella todo tenía un orden y un lugar, la puntualidad le sentaba bastante bien. No había algo en su vida fuera de lugar y si lo había ella se encargaría de resolverlo, para...