Capítulo 24

888 155 12
                                    

El dolor es insoportable. Es la primera vez que recibo un tiro. Me incorporé y observé el resto de la escena que se desarrolló frente a mí.

Joey a caído al suelo también. Quien sea que ha entrado le ha disparado justo a tiempo. Aunque no lo suficiente para que me diera a mi antes. Unos segundos más tarde, más personas entraron en la habitación, todas empuñando un arma. Llevan trajes tácticos y los rostros cubiertos. Quien le ha disparado a Giselle y a Joey se acercó hacia mí y solo cuando está frente a mi bajó su arma y se quitó el casco y la máscara.

—¡Leah! —exclamé conteniendo un gemido de dolor.

—Un gusto verte nuevamente Kate. —me dice con una sonrisa.

—¡Desátenme! ¡Por favor! —gritó Daniel detrás de mí—. Elena tiene la llave colgando en su cuello. —le dice desesperado.

Uno de los agentes se acerca a Elena que no se ha movido del suelo. Lo más probable es que esté muerta. Le quitan la llave y se la lanzan a Leah que rápidamente se dirige hacia Daniel para zafarle las esposas y regresa junto a Elena.

—Llama a una ambulancia, apenas está viva. —escuché a Leah decir mientras le presiona sobre la herida para intentar contener la hemorragia.

—¡Kate! —Daniel llegó a mi lado y se dejó caer junto a mí—. Pensé que te había perdido. —me dice mientras sujetó mi rostro entre sus manos.

Hago un esfuerzo por mantener mis ojos abiertos. Veo su rostro ahora bien a la luz. Está muy golpeado. Pero también veo lágrimas que caen por sus mejillas.

—Estoy bien. —le digo en un gemido de dolor mientras subí una de mis manos para acariciar su mejilla.

—No, no lo estás, ninguno de los dos. ¡Leah! —le gritó y en un segundo Leah está junto a nosotros.

Veo como dos agentes cargan a Henry y lo sacan de la habitación aún está inconsciente.

—Las ambulancias están llegando. —murmuró Leah

—No puedo quedarme aquí esperando a que ellos lleguen. —le dijo Daniel mientras intentó incorporarse.

—¡Ni lo intentes! —le digo al ver su intención en la mirada.

—No creo que estés en posición de protestar—me dice mientras mete un brazo debajo de mi cuello y otro por debajo de mis piernas—. Presiona fuerte esa herida cariño, esto nos va a doler a ambos. —me dice mientras con un grito de dolor de ambos, se pone de pie.

—¡Déjame ayudarte! —le dice Leah.

—No te va a dejar—le digo conteniendo el dolor—. Es muy testarudo.

—Los dos lo somos. —responde mientras comienza a caminar conmigo.

Leah camina delante, no sé si es temiendo que aparezcan más guardias, pero imagino que es solo por precaución. No deben de haber dejado a nadie vivo. No sé de dónde él ha sacado las fuerzas necesarias. Pero carga conmigo como si unos minutos antes no hubiese estado inconsciente. Como si no lo hubiesen apaleado hasta que el no pudiese aguantar más.

Camina muy lento. A cada paso que da veo como aprieta las mandíbulas. Sé que le duele todo. Que el esfuerzo que está haciendo no será bueno para él. Pero decido no decirle nada más, no conseguiré nada.

Daniel me llevó hacia afuera de la mansión donde están las ambulancias esperando. Veo como suben a Elena en una de ellas y esta rápidamente sale a toda velocidad.

En cuanto los paramédicos nos ven salir, vienen corriendo en nuestra dirección con una camilla. Daniel me deposita en la camilla y me sonríe.

—Te dije que te sacaría y lo hice.

Price©✔️ (+18) #3 El RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora