Price©✔️ (+18) #3 El Renacer

Capítulo 9

Comenzamos a disparar, una y otra vez. Cada vez que se acaban los disparos, Daniel vuelve a pagar para continuar. El dependiente de la tienda nos mira a ambos atónito.

—Me doy por vencido, eres muy buena. —me dijo después de cinco rondas en que ninguno de los dos falló un tiro.

—Te lo dije.

En ese instante pasaron varios niños con sus padres frente a nosotros. Me giré hacia el mostrador donde está la enorme pila de peluches que hemos ganado y cogí uno de ellos.

—¡Peluches Gratis! ¡Llevé su peluche gratis aquí! —grité captando la atención de los niños que rápidamente tiraron de la mano de sus padres hasta donde estamos.

Los niños señalaban cual querían y nosotros se lo dábamos. Así fueron pasando los niños poco a poco. Llegó un momento en que tuvimos una cola de niños esperando para coger un peluche. Hasta que todos se acabaron.

—Bien, hora de continuar. —me robó un beso y tomó mi mano entre la suya.

Y sé exactamente hacia donde me lleva en este momento. Hacia la noria. Cuando nos tocó nuestro turno Daniel se adelantó, habló algo con el encargado de la atracción y subimos solo los dos en una cabina.

—No deberías gastar tanto dinero.

—Sé que el premio valdrá la pena.

—¿Soy un premio?

—En realidad eres más bien un regalo que no veo la hora de desenvolver. —me dijo mientras deslizó una mano por mi mejilla.

Si el supiera lo que hay debajo del envoltorio, ya lo hubiese hecho ya. Pero no le voy a adelantar nada.

La noria gira muy suave, poco a poco estamos más arriba. Cuando llegó justo arriba esta se detuvo completamente con un leve estruendo. ¿Y ahora que sucedió? Me levanté del asiento y miré hacia abajo a ver si diviso que ocurre.

—"Tenemos unas dificultades eléctricas, no se preocupen lo arreglaremos muy rápido." —pude escuchar que dijeron por un altavoz.

—¡Genial! —exclamé mientras me giré hacia Daniel.

Pero no estoy preparada para lo que me encontré.

Daniel está con una rodilla apoyada en el suelo mientras sostiene el anillo entre sus dedos, y me mira a los ojos.

—He hecho esto tantas veces que ya no sé que decir. —me dijo con una sonrisa mientras yo lo miré incrédula.

—Sé que algo se te ocurrirá esta vez.

—La verdad es que planee toda la velada, incluso que detuvieran la noria—y yo creyendo que era un desperfecto eléctrico—. Pero no pensé en lo que te iba a decir.

Me acerqué donde el estaba arrodillado y le extendí la mano.

—No importa lo que digas, o como me lo digas, al final siempre obtendrás la misma respuesta. Sí. —le contesté mientras el me colocó el anillo en él dedo, y lo besó.

Se levantó del suelo y rápidamente sus labios estuvieron sobre los míos. Sus manos fueron hacia mi cintura y me apretó contra su cuerpo mientras las deslizó hasta mis nalgas. Y yo me olvidé de todo y enredé las mías en su cuello. Me separé de él al escuchar los gritos y silbidos de las personas que nos estan viendo.

Nos sentamos nuevamente y la noria comenzó a avanzar una vez más. Daniel enredó su mano en mi cintura mientras me apretó contra él. Cuando llegamos abajo tomó mi mano y casi que salimos corriendo hacia el parqueo.

—Alguien tiene prisa. —murmuré conteniendo la risa.

—Sí, quiero ver mí regalo y si no me doy prisa lo voy a ver en el auto. —dijo mientras me abrió la puerta y yo entré muy rápido.