Bastante entrada ya en la madrugada, tomé asiento, estaba cansada de bailar y bailar, dando vueltas por la improvisada pista de baile en medio del césped, frente al gran árbol y descalza, con cada persona que me pedía un baile, era una tradición que la embarazada bailara con cada uno de los integrantes de la manada al enterarse de la preñez, para que el bebé sintiera los lazos, para que formara su pertenecía desde el útero, era importante que forjara sus lazos.
Morgan, la mujer mayor que canta luego del primer celo, se acercó a mí, colocando un vaso de agua entre mis manos, sonriente.
— Felicidades por tu embarazo, joven alfa.
Sonriendo amable.
— Muchas gracias, fue... una sorpresa para nosotros, no lo esperábamos ni lo buscábamos, pero ya que pronto vendrá, daremos lo mejor de nosotros.
Posando mi mano en mi vientre plano, debo admitir que si me hace ilusión tener un pequeñito o pequeñita de Edric.
Mikel tiene razón, todas tienen bebés jóvenes siempre, el primer celo casi siempre lleva al embarazo, y era bueno para la manada que seamos fértiles, así jamás desapareceremos.
— No deberías tenerlo.
Levanté la cabeza y dejé de sonreír.
— ¿Qué está diciendo?
Quizá escuché mal.
— No deberías tenerlo, sabes lo que pasará, la profecía...
— Señora, con mucho respeto — levantándome— es sólo una canción, una que ha existido por años, no ponga sus malas intenciones sobre mí, este bebé nacerá y será un buen augurio para la manada.
Molesta.
— No es sólo una canción, niña, lo sabes — dando un paso hacia mí— ya se cumplió parte de ella, encontraste tu Luna ¿No? Te enamoraste de un descendiente de calé, te enlazaste nada más ni nada menos que del próximo alfa, no va a conocer al bebé, y tú no volverás con tu pareja nunca, tu hijo no tendrá padre, con el tiempo, él y la manada los abandonará, los creerá perdidos.
— Morgan ¿Qué estás haciendo?
Edric rodeó mis hombros de forma protectora, frunciendo el ceño al oler el montón de emociones que se arremolinaban a nuestro alrededor.
— No deberían tener ese niño, si lo tienen, la profecía se cumplirá, nunca lo va a conocer, futuro alfa, nunca volverá a ver a su compañera ¿Eso es lo que quiere?
Edric respiró hondo, controlando sus emociones lo mejor posible, es el futuro alfa y esa mujer es una de los betas que integran la manada, debe mantener el control.
— Morgan, desde ahora no tiene permitido intercambiar palabras con mi mujer, no puede cantar cerca de ella, ni pensar, ni respirar, no más profecía, Morgan.
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Possessive Wolf
RomanceKayla fue encontrada en medio de la nada con la ropa echa añicos, tenía apenas catorce años recién cumplidos, no recordaba de dónde venía o qué había sucedido, su cabeza seguía gritando por auxilio, repitiendo las mismas palabras todo el tiempo "La...