Salí de mi casa justo antes de que los omegas estúpidos y locos le prendieran fuego, no tuve tiempo de levantar la cabeza cuando estuve rodeada, con sus ojos violeta fijos en mí, colmillos afilados fuera y baba escurriendo de la comisura de sus labios, me observaban como si yo fuese su comida, como si fuese... deliciosa.
No paraban de susurrar Alfa.
Alfa.
Alfa.
Alfa.
— ¡Alto! ¡Alto!
Abrazando mi vientre, mostrándoles los colmillos.
— Ella es mía — mostrando los dientes— el que la toque, terminará con un orificio en el estómago como todas mis víctimas.
Absalón gruñó con fuerza en dirección a ellos, todos se encogieron de terror, ocultando la cola entre las piernas, gimoteando, alejándose.
Le temían, pero ninguno lo respetaba, nadie descubrió el cuello para él.
— Ahora cambia, tenemos que irnos.
— ¿Dónde iremos?
— A mi refugio, estuve años preparándolo para ti, mi lobita.
Sentí repulsión cuando intentó tocarme, di un paso atrás, observándolo con desconfianza.
Ni siquiera se sorprendió por mi reacción, sonrió de lado y cambió, mostrando nuevamente ese lobo deforme, grande, y con pelaje caoba de mis pesadillas.
No tuve más opción que cambiar, rasgando mis ropas, las únicas que quedaban integras, y seguirlo a través del caos y la muerte, levantando la cabeza, aullando una canción cargada de ManadaAmorPerdón y... Adiós.
¿De sobrevivir? Por supuesto, no pienso dejar a mi hijo en manos de esa Bestia.
***
El viaje fue largo, no mentiría, es más, tuvimos que hacer varias pausas, porque en mi estado, no podía correr tan seguido como antes.
En cada una de esas pausas, Absalón intentaba hacer que me sintiera más cómoda a su alrededor, llevándome agua en hojas o animales muertos, demostrando que puede proveer tanto o mejor que mi pareja que... probablemente está... muerta... por su culpa. Él no entiende que Edric es y siempre será irremplazable, jamás podría enamorarme de quien me quitó a mi manada dos veces.
Realmente no sé como sobrellevar todo esto cuando en mi cabeza, los hilos que me unían a la manada los solté de golpe, dolía, no quiero seguir sintiendo como cada uno de estos se tensaba y se cortaba de golpe, no quiero... sentir eso otra vez.
***
Llegué al dichoso refugió que construyó para mí luego de tres días de viaje, este lugar estaba más cercano a mi antigua manada. Con Absalón cerca, los recuerdos comenzaron a llegar en pequeñas cantidades, mamá tenía el mismo cabello que yo, saqué los ojos de papá, a todas las chicas de la manada les cambiaba el cabello cuando se embarazaban, mechones de blanco cubriendo su castaña cabellera. Jugábamos en la nieve todo el tiempo, siempre nevaba, nuestro pueblo estaba al pie de una montaña, debíamos rodearla si queríamos ir a la escuela, yo no alcancé a ir por supuesto, no había cambiado para cuando Absalón destruyó todo, estuve dos años vagando por mi cuenta, en ese tiempo afortunadamente no cambié, de forma autónoma, me hice olvidar todo lo sufrido, no sabía quien era más allá de mi primer nombre y edad, ahora sé que mi apellido antes era Hale, ahora soy una Sallow...
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Possessive Wolf
RomanceKayla fue encontrada en medio de la nada con la ropa echa añicos, tenía apenas catorce años recién cumplidos, no recordaba de dónde venía o qué había sucedido, su cabeza seguía gritando por auxilio, repitiendo las mismas palabras todo el tiempo "La...