Capítulo 18

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Los días pasan rápido aquí, sobre todo si siempre es invierno y las actividades de la manada te mantienen ocupada, constantes reuniones, viajes hacia otras manadas para presentar respetos, también alfas que vienen a presentar respeto aquí y les ha...

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Los días pasan rápido aquí, sobre todo si siempre es invierno y las actividades de la manada te mantienen ocupada, constantes reuniones, viajes hacia otras manadas para presentar respetos, también alfas que vienen a presentar respeto aquí y les hacemos una celebración por su visita, están las clases de los más pequeños, ha pasado un año completo desde que mi bebé nació, y en ese tiempo, los niños aprendieron a leer y escribir sin dificultad, los envié a la escuela y claramente tuve que hacer todo un papeleo legal para que los humanos entendieran que estos niños son míos, digo... con ese fin intenté buscarles familias, sería más fácil si cada quien adoptara a su niño, pero no, ninguno quería dejar mi casa, así que tuve que adoptarlos a todos, todos son Sallow, todos aquí en el pueblo, eso llama la atención del pueblo vecino, pero... realmente me importa una mierda, aquí nadie necesita esos estúpidos papeles, somos familia sin importar la sangre.

— Aileen, ya llegué ¿Cómo está mi cachorra?

Tuve que hacer un viaje de un día para conseguir semillas para el huerto, Aileen se encarga de mi pequeña en esos viajes.

— Y recuerda, pequeña princesita, tú eres nuestra, mía, de la alfa y de todos los lobos de esta manada, siempre serás protegida, y siempre nos protegerás, somos tuyos también.

Le dijo.

Tocando su pequeña nariz, acuclillada frente a la pequeña sentada en mi cama.

— Así es Zara, eres nuestra y nosotros somos tuyos.

Dije.

Apoyando mi mano en el hombro de Aileen.

— Alfa, llegó — levantándose con premura— no la... escuché, estaba muy concentrada.

Sonrojándose.

— Gracias por cuidar siempre así de bien a mi pequeña revoltosa.

— ¡Mamá! ¡Mamá!

Dijo Zara, extendiendo sus brazos hacia mí.

Últimamente esa era su palabra favorita.

Hasta ahora sólo dice, Mamá, ambe (Hambre) y Alín (Aileen), y eso la hace la cosita más adorable de todas, amo su lenguaje.

— Ven aquí, cachorra — alzándola, llenando su rostro de besos— Te extrañé ¿Extrañaste a mami?

— Alín dhfhskal fdhlgsf yhsdlfgs

— Vaya... hicieron muchas cosas — riendo. Lo que dice aún es un misterio para mí— ¿Qué me dices si vamos a ver nuestro propio gran árbol? No es tan grande como el anterior que teníamos — recordando mi anterior manada— Pero este será igual de grande — abrigándola— Será divertido.

Aileen me sonrió y se quedó en el cuarto, deslizando su mano por los muebles y la ropa de cama para dejar su olor.

Los lobos podemos ser muy territoriales.

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