ADVERTENCIA: REPRESENTACIONES GRAFICAS DE VIOLENCIA
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Espíritu
Suprimir sus gritos de nuevo no tuvo éxito alguno.
- Sostenlo bien - ordeno Mika mirando desde unos metros atrás -. Que las agujas que no tiemblen, mantenlas firmes -
Se volvía loco.
¿Cómo esa mujer podía estar dando lecciones mientras lo torturaban?
Sentía como su cabeza estaba siendo forzada, buscando una manera sencilla de adentrarse en su mente y controlar toda la información posible a su alcance sin ninguna oportunidad para lograrlo. Continuo así unos cuantos minutos que parecían horas hasta que finalmente sintió como la presión se acababa y dejaba que Caín tirara la cabeza.
Respiro de manera agitada y dejo que inconscientemente la saliva le resbalara por la barbilla.
- ¿Qué sucede Kisaki? - pregunto la mujer mientras se acercaba mucho más.
- No puedo forzarlo, esta protegiendo su cabeza y no me deja acceder a nada, a ningún recuerdo - explico suspirando.
Se limpio el sudor de la frente y luego observo al chico encadenado.
- Ya veo - Mika se acerco. Sus dedos se metieron entre el cabello del chico y tiraron de este hacía atrás haciéndolo gruñir -. ¿Crees que alguien va a ayudarte acaso? Si es así eres de verdad idiota - señalo.
- Si no te gusta el resultado...deberías de hacerlo tu - contesto con pocas fuerzas.
Mika apretó los labios y los mismos le temblaron. Levanto la rodilla hasta cierta altura y tiro la cabeza de Caín contra esta dos veces seguidas para lastimarlo.
- Sigue haciéndolo - ordeno a Kisaki -. Solo tienes que destrozar su espíritu -
La escucho alejarse, y si, la escuchaba ya que no estaba seguro de poder resistir la luz de la habitación.
El chico, Kisaki trato de forzar una vez más su mente y Caín hizo presión para evitarlo. Extrañamente, se siente en un vacío inmenso, comienza a sudar y siente un horrible agujero en el estomago, como si le absorbiera desde adentro. Su cabeza se mueve, las luces le pegan en la cara y de repente, solo puede respirar una vez mas, sin entender que es lo que acaba de sentir apenas hace unos segundos.
- Ya pasaron doce horas - afirmo Keitaro estirándose sus brazos y moviendo el cuello hacía los lados -. Deberíamos de tomarnos un descanso -
- Tienes razón - Kisaki imito sus gestos y luego miro a Caín -. No te vayas a ningún lado - advirtió con un tono divertido y despectivo de burla provocando que el muchacho se agitara en su silla como si buscara librarse para darle un golpe. Estaba bastante irritable en ese lugar.