(No tiene que ver, pero el video lo hice yo, si lo ven espero que les guste : ))
ADVERTENCIA: REPRESENTACIONES LEVES DE VIOLENCIA
Omnisciente. Lugar desconocido
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Kintsugi
Como las veces anteriores, fue despertado de una manera poco ortodoxa, con un cubetazo de agua helada a la cara y una descarga eléctrica para aturdirlo.
Ni siquiera sabía cual era la razón por la cual continuaba luchando después de una semana, cuando apenas tenía la fuerza para evitar las intromisiones a su mente y su cordura comenzaba a hacerle malas pasadas, se dio cuenta de aquello cuando en ese momento extrañas alucinaciones comenzaron a meterse con él cuando podía descansar por unos cuantos minutos.
- No te deje morir - balbuceo negando con la cabeza deseando poder tapar sus oídos.
Pasos fantasmas, falsos avanzaron a su alrededor hasta detenerse justo detrás suya, poniéndole una mano sobre el hombro.
- Me dejaste morir - su voz era ronca, carrasposa y rabiosa. Su aliento se sentía real y le pegaba contra la oreja cuando hablaba -. Se lo prometiste a mamá, dijiste que ibas a cuidarme -
- Lo hice, te cuide - contesto con rapidez y sin vacilación.
El aire le hizo falta en los pulmones mientras comenzaba a pasar los inmensos lagos de saliva salada que se formaban en su boca, producto del vomito que se avecinaba y le apretaba la garganta, pero que tragaba para no dejarlo salir.
- Mentiroso - y ahora su hermano muerto, estaba ahí, diciéndole las palabras que solo lo hacían sentir peor que antes -. Debiste ser tu -
- Lo se, se que debí ser yo - no lo negó mientras trataba de regular su respiración, porque apenas conseguía mantenerse lejos del rango de la taquicardia. Ya no puede distinguir de la realidad de lo que es una ilusión o un simple sueño, su noción del tiempo también se jodió hace rato y los segundos que no disfrutan parecen años, en cambio, los que se alegra de tener, se esfuman en menos de un parpadeo.
Mientras tanto, Keitaro se mueve a su alrededor y mira Kisaki exasperado.
- ¿Por qué se resiste tanto? - le pregunto - Ya no tiene nada, no lo entiendo -
- La gente testaruda se resiste aunque no tenga nada que perder - concluyo con el mismo tono de cansancio.
Kisaki era mucho mas paciente que Keitaro y estar cansado por algo ya era demasiado para su limite. Tenía ojeras por culpa de Caín y su increíble resistencia.
