Omnisciente. Patio de entrenamiento de la sociedad individual; Enoc, de Tokyo.
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- Entonces...¿vas a decirle? - pregunto Fushiguro observando al chico de cabello rosa que estaba sentado a su lado. Era esa conversación, sobre ese tema.
- En realidad no - contesto Itadori dándole un sorbo a su lata de refresco, mirando hacía donde el sol comenzaba a ponerse mientras el tiempo corría.
- Pero...creí que el te gustaba - afirmo Fushiguro confundido, después de todo, había esperado que Itadori se confesara apenas sus problemas terminaban. Ya hacían dos meses a partir de que toda esa amenaza y suceso había pasado.
- Me gusta, pero me doy cuenta de que no siente lo mismo - concluyo con una pequeña sonrisa -. Ya lo hablamos y creo que le gusta otra persona -
Megumi estaba confundido, absolutamente seguro de que Itadori era el tipo de persona que atraía a Caín y no existía alguien mas que pudiera compararse a Itadori.
- Entonces, ¿te alejaras o algo? - cuestiono sin entender - No creo que le incomode -
- Lo se, pero supongo que la otra persona no sabe, así que solo les daré espació - y como de costumbre, sonrío, volviendo a hacer que se repitiera la misma pregunta en su cabeza:
¿Por qué no Itadori?
Supuso que nunca lo sabría. Pero muy en el fondo aquello le tranquilizaba, porque era Megumi quien estaba enamorado de él y aunque cuestionara que fuera posible para ambos estar juntos, tal vez nunca dejaría de amarlo de esa forma.
- Chicos - Maki se acerco a ellos. La chica cargaba con su saco en los hombros y esa venda en su ojo derecho -, Caín quiere dar un anuncio - les informo.
- Vamos - ambos se pusieron de pie y caminaron junto a ella.
- ¿Cómo te encuentras Maki? - pregunto Fushiguro.
- Puedo decir que mejor, en realidad, me gusta el ritmo que llevamos por aquí, es bastante liberal - contesto -, aunque el es algo molesto, ¿saben? - señalo a Naoya con la cabeza, quien encaminaba a otro grupo.
- Sigo sin creer que haya aceptado el venir - Fushiguro lo miro por un momento con leve recelo.
- Bueno, Caín tiene esa influencia - confirmo la chica sonriendo -. No puedo creer las locuras por las que hemos pasado -
- Dínoslo a nosotros - y rieron por un momento.
- Listo. Cada uno a sus divisiones - Ellos asintieron.
A partir de que Caín tomo el liderazgo, cada quien tenía su propia división para trabajar. Nobara mantenía una donde enseñaba a los nuevos a manejar mejor sus rituales y el control de energía maldita con ayuda de Satoru. Maki aprendió a forjar armas malditas y administraba los entrenamientos con ellas, comandaba a los que nunca heredaron rituales en su clan. Itadori manejaba parte de los entrenamientos de cuerpo a cuerpo, resistencia y se aseguraba de que trabajaran en equipo, Caín quería eso. Y Fushiguro lideraba la división de rescate, una creada especialmente para ayudar a aquellos que no acaben en manos de los altos mandos y aunque era bueno en ello, se sentía excluido de los planes algunas veces.
