UNA ASESINA EN BUCKINGHAM (CAP. 23)

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Araceli estaba revisando su celular porque el Príncipe no dejaba de llamarla... a lo lejos mira que unas luces se acerca... guarda su celular en silencio y se  cruza de piernas con una arma en sus manos esperando que Jacobo cruce la puerta.

Jacobo llega hasta la cabaña la cual se encuentra con las luces apagadas.

- al parecer este será otro día más de espera que no apareciste Sonia. - dice al ver que la cabaña esta igual a como la dejó.

Baja del auto y saca las bolsas del súper del porta equipaje y entra a la cabaña sin siquiera prender las luces y se dirige hacia la cocina dejando la puerta abierta.

Pone las bolsas sobre la mesa y enciende  la luz de la cocina y empieza abrir las ventanas para que entre el aire fresco... empieza a buscar un vaso para tomar agua.

Araceli esta sentada esperando a que Jacobo note su presencia... una corriente de aire llega hacia ella y le mueve su cabello.

Jacobo esta apunto de beber agua cuando el rico aroma a almendras llega a su olfato... sonríe y pone el vaso en el fregadero y se va directo a tomar una botella de champagne y dos copas sale con ellas en la mano hasta la sala.

- al parecer sigues usando el mismo acondicionador de almendras Sonia. - dice encendiendo la luz. 

Araceli sonríe al verlo parado en la entrada... Jacobo se acerca a cerrar la puerta y después se sienta frente a ella poniendo la botella y las copas en la mesa de centro.

- y al parecer tu has perdido la práctica... primero me disparas y fallas y no una sino dos veces y después no pones ni una cámara de seguridad en este lugar...

Sonia se pone de pie y pone el arma que tiene en las manos sobre un mueble.

- si hubiese sabido que eras tu quien mató a mi tío no te hubiera disparado y lo sabes cariño tu sabes bien que yo no falló nunca.

 El empieza a llenar las copas y se pone de pie y le entrega una a Araceli.

- estoy en este  lugar esperándote desde hace más de dos meses. - la mira de pies a cabeza. - y creo que ya eres toda una mujer... ya no eres esa adolescente que conocía hace casi nueve años... sabes cuando se dijo que tu eras una de las reclusas que había muerto en ese incendio me culpe.

- no me digas. - Araceli tomo la copa de champagne. - y sabes que yo estuve en esa maldita prisión por que pensé que el infeliz de tu tío te había matado frente a mi y por mi culpa... hiciste un buen trabajo al fingir tu muerte mi amor... - Sonia sacó unas fotos de su chaqueta y se las entregó. - tienes una bonita familia Jacobo... y mira que ponerle Sonia a tu única hija... eso es un halago para mi.

Esas fotos eran de la esposa e hija de Jacobo donde el se encontraba con ellas en un parque en Londres hace apenas un par de días.

- tu esposa sabe a lo que te dedicas, ella sabe que eres un asesino a sueldo y que tu verdadero nombre es Jacobo Casares y no Abel Múgica... que pensaría tú hija cuando crezca si alguien le dice que su padre es un maldito traidor y mentiroso al que no le importó fingir su muerte para mantener encerrada a una adolescente de tan sólo 16 años durante 6 años, la cual daría su vida por el porque estaba locamente enamorada de ti... que pensará tu hija Sonia que su padre se aprovechó de esa joven que encontró en la calle vagando  cuando apenas tenía 14 años y la convirtió igual a él,  en una maldita asesina... la enamoró para que ella se entregará a él  cuando tu ya eras un hombre de 25 años y después la traicionó sólo porque quería ser libre e irse lejos con el hombre que amaba.

Jacobo miraba a Araceli y después  chocó su copa con la de ella.

- tu sabes que en nuestro mundo uno no puede escaparse cariño y si es verdad que yo fingí mi muerte... y es verdad que te traicione... pero también te salve la vida... mi tío me ordenó que te matará y si no lo hacía yo, mandaría a alguien más... a cambio de tu vida yo trabajaría toda mi vida para el... por eso le pedí que te perdonará la vida y te acusará de mi muerte... se que piensas que sólo me aproveché de ti Sonia, pero no fue así... yo si me enamoré de ti... todos estos años estuve enamorado de ti... cuando te mire en esa colina apuntándome con tu rifle me culpe por no haberte sacado de esa prisión para que te fueras lejos... yo pensé que habías muerto en ese incendió.

- que chistoso y yo durante 6 años pensé que estabas muerto y me doy cuenta que no era así... todos los años que estuve en esa maldita prisión me culpaba a diario por tu muerte Jacobo.

Araceli miro a Jacobo frente a ella y sus ojos se le llenaron de lágrimas y una resbaló por su mejilla... y el la secó con su mano.

- se que nunca me perdonarás cariño y se que estas  aquí para matarme así como mataste a mi tío... pero antes de que lo hagas déjame demostrarte que el amor que sentí y que aun siento por ti.

Jacobo beso a Araceli y ella correspondió a ese beso... Jacobo Casares era y fue el primer hombre que Sonia Salmerón amo con todas sus fuerzas.

Jacobo la tomó de la mano y la llevo hasta su habitación donde le hizo el amor como tantas veces se lo había echo hace seis años... Sonia quería sentir si lo que ella sentía por ese hombre aun era amor o si era odio.

Jacobo le recorrió su cuerpo con caricias y besos y le decía que ella era la mujer de su vida... Araceli disfrutó cada beso, cada caricia y cada palabra de amor que el le decía.

UNA ASESINA EN BUCKINGHAMWhere stories live. Discover now