UNA ASESINA EN BUCKINGHAM

CAPITULO 5

Araceli vuelve a poner la mirada en el Rey.

- usted quiere que yo sea la que asesine a todos los que quieren atacar la corona.

- así es... pero sólo lo harás cuando yo te lo ordene.

Araceli asiente y el Rey forma una enorme sonrisa en sus labios... cuando llegan a aquel  enorme Palacio, al ver lo enorme que es Araceli se queda sin palabras.

Entra con el Rey Maximiliano hasta el interior donde lo recibe un mayordomo.

- Guillermo por favor lleva a la señorita Araceli Montoya a su habitación para que descanse y después le avisas a mi hijo que quiero verlo en mi despacho.

- lamento decirle que el Príncipe Philips no se encuentra en el Palacio desde ayer su Alteza... - el Rey niega con la cabeza. - entonces lleva a la señorita Montoya a su habitación.

El mayordomo le indica a Araceli que lo siga... la lleva hasta una habitación mucho más grande que la de la cabaña..

- vendré mañana a las 8 de la mañana para llevarla al desayuno señorita Montoya... que pase buenas noches y bienvenida a Buckingham.

- muchas gracias Guillermo. - le dice ella despidiéndose.

Cierra la puerta y empieza a ver toda esa habitación, revisa el clóset que es del tamaño de otra habitación, y con mas ropa, zapatos, bolsos y un montón de accesorios... después mira el baño.

- santo Dios esto parece una piscina. - dice al ver la enorme tina.. - pero ya mañana la usaré, hoy quiero dormir.

Sale del baño y se quita toda la ropa para meterse desnuda bajo las sábanas..

- esta cama es deliciosa. - dice extendiendo sus brazos a los lados.

A los pocos minutos queda dormida... pero en la madrugada la despiertan unas voces que vienen de afuera.

Se levanta de la cama y se pone la bata de seda que esta sobre una silla y se asoma por la ventana... mira a dos hombres de traje negro bajando de un auto  a otro de pantalón de vestir beige con camisa negra.... quien apenas se puede poner de pie por lo borracho que está.

- de seguro ese a de ser el Príncipe Philips. - dice Sonia... - e imaginar que seré niñera en algunas ocasiones de eso.

Regresa a su cama y se acomoda para dormir, pone la alarma a las 7 en el reloj que esta sobre la mesa de noche... al día siguiente se levanta y se vá directo al baño y se mete debajo de la regadera.

Cuando sale sólo trae una toalla tapando su cuerpo.... empieza a ver que ponerse, elige una falda negra y una blusa en color verde olivo, se empieza a vestir, a maquillar y a peinar y cuando esta lista  mira sobre el tocador una caja de terciopelo.

La abre y esta llena de joyas.. las empieza a ver y decide ponerse unos pendientes para que conviene con su blusa, después elije una zapatillas a juego.

Se mira en aquel espejo de cuerpo completo... - adiós Sonia  y bienvenida Araceli... empezamos una nueva vida.
Tocan a la puerta y Araceli abre.

- buenos dias señorita Montoya... vengo para llevarla al comedor.

- buenos dias Guillermo.

Araceli sale de la habitación y se dirige hacía el comedor con el mayordomo... pero no deja de ver todos esos cuadros enormes que cuelgan de las paredes.

Cuando llegan al comedor el único que esta ahí es el Rey Maximiliano quien al ver Araceli se pone de pie.

-muy buenos días Araceli.

- muy buenos días señor.  - el mayordomo le recorre la silla que esta del lado izquierdo del Rey para que ella se siente.

- dormiste bien?. - le pregunta.

- más que bien... me podría acostumbrar a dormir así.. - dice Araceli.

Les arriman los platillos para que empiecen a comer.

- y mi hijo no piensa desayunar con nosotros?. - le pregunta el Rey a Guillermo el mayordomo.

- no señor... pidió que le llevaran su desayuno a su habitación.

- ese niño nunca vá a madurar.

Araceli sólo mira al Rey.... después de desayunar el Rey se retira a su despacho para ponerse al corriente de sus asuntos.

Araceli se entretiene recorriendo el Palacio, todo aquello es enorme,  después se va a su habitación y se encuentra unas bolsas en su cama... empieza a ver lo que hay dentro.

El Rey le había mandado un celular, un ordenador y una laptop... Sonia lo primero que hizo fue meterse al Internet a buscar información de Doménico Casares, el hombre que mató a Jacobo Casares  su propio sobrino y encerró a Sonia Salmerón en una prisión culpándola de ese asesinato.

- pronto me tendrás frente a frente maldito. - dice Araceli.

Después buscó información sobre Jacobo Casares, ese joven que murió en manos de su propio tío, Sonia y el eran novios y los dos trabajaban para Doménico Casares, ellos eran los matones de ese hombre al que ella odiaba tanto.

Araceli estaba aburrida de estar encerrada y salió a buscar al mayordomo Guillermo.

- Hola Guillermo. - le dijo cuando lo encontró.

- se le ofrece algo señorita.

- si... me gustaría leer un libro me podrías decir donde encontrar uno.

- por supuesto... por favor sígame.

Guillermo la llevó a una enorme biblioteca con altos anaqueles llenos de libros.

- muchas gracias Guillermo.

Sonia empezó a ver todos aquellos libros para elegir uno.... ahí se quedo hasta que dio la hora de la comida... salió de la biblioteca con el libro en su mano y se dirigió a su habitación para dejarlo ahí.

Cuando se dirigía hacía el comedor se entretuvo mirando un enorme cuadro donde estaba el Rey Maximiliano y su esposa la Reyna con el Príncipe Philips cuando apenas era un niño.

Cuando llegó al comedor se cruzó con unos ojos verdes los cuales no eran los del Rey.

- lamento llegar tarde. - se disculpó  Araceli.

- no te preocupes. - dijo el Rey... - hijo ella es la señorita Araceli Montoya y se quedará un tiempo aquí en el Palacio como mi invitada.

El Príncipe Philips la miró de pies a cabeza con una pequeña sonrisa en sus labios... Sonia seguía parada aún en la puerta del comedor.

- es un placer conocer a tan hermosa mujer. - dijo el Príncipe poniéndose de pie quien camino hacía ella.

Araceli... también lo miró de pies  a cabeza.. - guárdese sus halagos Príncipe porque se que solo lo hace para que me meta en su cama.. - le dice Araceli en un susurro.

El Príncipe levanta una de sus cejas, porque esas son todas sus intenciones meter a esa hermosa mujer en su cama.

Araceli se sienta en el mismo lugar que usó en el desayuno  justo en frente del Príncipe quién no le quita la vista y el mismo Rey se dió cuenta de las intenciones de su hijo